Seguros de vida y contra incendios concentran el 61% del sector asegurador hondureño
El sector asegurador hondureño muestra resiliencia en los últimos años y crecimiento promedio del 9%, pero registra un bajo índice de penetración debido a diferentes factores socioeconómicos y, en algunos casos, de “percepción” sobre los costos.
Según datos al 2024, presentados por la Cámara Hondureña de Aseguradores (CAHDA) y el Cohep, el rubro tuvo un crecimiento promedio del 9% en la última década. En 2024 las aseguradoras colocaron un total de 18.441.7 millones de lempiras en primas y se pagaron 6.500 millones en siniestros, lo que muestra “el respaldo efectivo de las pólizas en situaciones de crisis”.
Durante la emergencia sanitaria del Covid-19 y los desastres naturales de las tormentas Eta e Iota, se desembolsaron alrededor de 12.400 millones de lempiras en seguros de vida, salud y hospitalización, producto de cerca de 65.000 reclamos. En ese mismo período se pagaron 73 millones en seguros de desempleo y en procesos de reactivación de operaciones.
Mercado de seguros creció 5,8% al primer semestre de 2025
Los productos más contratados en el mercado son los seguros de vida y contra incendios que representaron el 61 por ciento del total de primas en 2024, seguidos por salud y hospitalización con un 20%, vehículos automotores con un 17% y carga transportada con un 2 por ciento.
Las cifras revelan que el seguro de vida, con más de 6.500 millones de lempiras en colocaciones, representa el 39% del mercado, mientras que los seguros contra incendios y riesgos catastróficos alcanzaron el 22%.
Los desafíos
Sin embargo, la demanda de seguros en Honduras está por debajo de los niveles internacionales. La Cahda reconoce que hay una baja penetración de mercado debido a varios factores. “La informalidad, los bajos ingresos y la percepción de altos costos impiden que muchas personas y empresas accedan a una protección adecuada”, señala el informe.
Además, una “escasa cultura de seguros dificulta su adopción, pues muchas personas no conocen sus beneficios o no los consideran una prioridad. Muchas personas no acceden a servicios financieros; por ello, se requiere diversificar canales de distribución más allá del sistema bancario tradicional“.
La regulación, aunque necesaria, puede presentar obstáculos para la innovación y el crecimiento si no se adapta a las nuevas tendencias del mercado, señalan los aseguradores.
Los datos confirman estos desafíos y, al mismo tiempo, oportunidades para el sector.
Sólo 51.000 personas naturales aseguradas cuentan con seguro de vida individual y un poco más de 29.000 tienen seguro médico privado.
Unas 4.000 empresas facilitan seguro privado de salud a cerca de 330.000 empleados y unas 10.429 empresas amparan a sus empleados con seguro de vida. Del total de empresas del país, 21.200 empresas resguardan sus activos y hay 27.000 bienes inmuebles empresariales asegurados.
Hay 121.000 viviedas aseguradas a nivel nacional y 217.560 vehículos.
Los créditos es donde más destacan los seguros con 1.1 millones de préstamos amparados mediante seguro de saldo de deuda (incluyendo las tarjetas de crédito).
La industria aseguradora está conformada por 12 compañías, de las cuales el 58 por ciento son de capital extranjero. La participación del sector en la economía se estima en un 2% del PIB, cifra levemente inferior al promedio centroamericano, que se sitúa en 2.07%.