Para los estrategas de UBS Group AG (UBS), la combinación de un fuerte crecimiento en Estados Unidos y una inflación estancada está aumentando las probabilidades de que la Reserva Federal suba las tasas de interés en lugar de reducirlas, lo que elevaría los costos de endeudamiento hasta el 6,5% el próximo año.
Aunque la hipótesis de base del banco es de dos recortes de tasas este año, UBS ve ahora una creciente posibilidad de que la inflación no descienda hasta el objetivo de la Reserva Federal, lo que provocaría un giro hacia las subidas y desencadenaría una fuerte venta de bonos y acciones.
Los mercados ya han recortado las apuestas a la relajación de la política monetaria, ya que los últimos datos de EE UU han mostrado una sorprendente fortaleza en la mayor economía del mundo.
“Si la expansión sigue resistiendo y la inflación se estanca en el 2,5% o más, habría un riesgo real de que el FOMC volviera a subir las tasas a principios del año que viene, hasta alcanzar el 6,5% de los fondos federales a mediados del próximo año”, señalaron en una nota los estrategas de UBS Jonathan Pingle y Bhanu Baweja.
La llamada muestra cómo los principales bancos están llegando a un acuerdo con la posibilidad de que el ciclo de subida más agresivo desde la década de 1980 – llevando la tasa de la Fed al 5,5% – podría no haber terminado todavía. UBS ya ha moderado su agresiva previsión de recortes de 275 puntos básicos en EE.UU. este año, para pronosticar ahora sólo 50 puntos básicos.
Según las previsiones de los estrategas, su “escenario de no aterrizaje” con más subidas de tasas provocaría un fuerte aplanamiento de la curva del Tesoro estadounidense, ya que los rendimientos de referencia subirían “significativamente”, así como una caída de la renta variable de entre el 10% y el 15%.
Esta previsión se produjo después de que los datos de inflación de EE UU de la semana pasada superaran las previsiones, y antes de que las ventas minoristas también superaran las estimaciones. Se trata de una serie de datos muy alentadores, que avivan la preocupación de que la inflación se esté afianzando.
Los operadores han recortado drásticamente las apuestas a la flexibilización de la Reserva Federal a un precio de 41 puntos básicos para diciembre, frente a los 150 puntos básicos de principios de año.
“Los inversores están empezando a preocuparse por una economía que puede estar funcionando demasiado bien”, afirman los estrategas de UBS. “En un escenario de inflación elevada, esperaríamos que tanto la deuda pública se desplomara como los diferenciales de crédito se ampliaran, lo que provocaría una gran caída de los múltiplos”.