El petróleo cerró con una leve baja este martes, ya que los inversores adoptaban una visión más mixta sobre la pérdida de capacidad de las refinerías rusas tras los recientes ataques ucranianos, mientras que un dólar ligeramente más débil ofreció cierto apoyo.
Los futuros del crudo Brent para entrega en mayo, que expiran el jueves, bajaron 50 centavos a 86,25 dólares el barril, mientras que los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) cayeron 33 centavos a 81,62 dólares el barril.
El contrato de Brent más activo, a junio, cedió 33 centavos a 85,96 dólares.
El Brent subió un 1,5% en la sesión del lunes, mientras que el WTI ganó un 1,6% después de que el Gobierno ruso ordenó a las empresas que recorten el bombeo en el segundo trimestre para alcanzar el objetivo de 9 millones de barriles por día (bpd) y cumplir así los compromisos con el grupo de productores OPEP+.
Rusia, uno de los tres mayores productores mundiales de crudo y uno de los mayores exportadores de productos petroleros, también enfrenta los ataques de Ucrania contra sus refinerías. Analistas de Goldman Sachs calculan que los ataques han dejado fuera de servicio unos 900.000 bpd de capacidad, posiblemente durante semanas y en algunos casos de forma permanente.
Tras el ataque de un avión no tripulado ucraniano el sábado, el productor de petróleo ruso Rosneft cerró una unidad de crudo de 70.000 bpd en su refinería Kuibyshev en la ciudad de Samara.
Aunque las consecuencias de los ataques y los recortes rusos parecían poco claras, la baja del dólar dio algo de apoyo a los precios. Un dólar más débil suele abaratar las compras de petróleo para los tenedores de otras divisas, lo que podría reforzar la demanda global.
Es poco probable que la OPEP+ introduzca cambios en su política de producción de petróleo hasta que se celebre una reunión ministerial en junio, dijeron a Reuters tres fuentes de la organización antes de un encuentro de ministros la próxima semana, en el que no se espera que se haga ninguna recomendación política.