La agencia de calificación de crédito Moody’s rebajó a ‘Ba1’ su calificación sobre la deuda de China Vanke, la segunda mayor promotora inmobiliaria de China, golpeada en los últimos días por informaciones que apuntaban a que estaría afrontando problemas de liquidez.
Moody’s retiró la calificación ‘Baa3’ y le asignó una calificación principal de familia corporativa (CFR) de ‘Ba1’, el primer nivel en el que se considera que la deuda de una empresa comienza a ser ‘bonos basura’: “Las obligaciones calificadas en Ba tienen elementos especulativos y están sujetas a un riesgo crediticio considerable”.
En un comunicado emitido anoche, la agencia justificó la decisión de retirar su calificación favorable de inversión por “la expectativa de que las métricas de crédito, la flexibilidad financiera y el colchón de liquidez de China Vanke se debilitarán durante los próximos 12-18 meses”, en palabras de Kaven Tsang, vicepresidente de la firma.
El experto anticipa que esto ocurrirá en el marco de “sus decrecientes ventas y las crecientes incertidumbres sobre su acceso a financiación ante la prolongada crisis inmobiliaria en China”, factores que hacen que Moody’s ya no apoye una calificación favorable para la inversión ante la “continua exposición” de Vanke a la volatilidad en la financiación y a sus altas necesidades de refinanciarse.
Asimismo, Moody’s situó todas sus calificaciones sobre Vanke y su filial Vanke Real Estate en ‘revisión para rebaja’: “Refleja nuestra preocupación por la capacidad de la compañía para recuperar sus ventas y mejorar su acceso a la financiación, así como para mantener un colchón de liquidez adecuado para sus continuas necesidades de refinanciación”, explicó Tsang.
Caída de ventas
Según las estimaciones de Moody’s, las ventas de Vanke cayeron un 10% en 2023 hasta unos 376.000 millones de yuanes (52.383 millones de dólares), y habrían hecho lo propio en un 40% interanual durante los dos primeros meses del presente ejercicio.
Esto reducirá su facturación y su capacidad de generar flujo de tesorería y, por consiguiente, haría que la promotora se viera obligada a ofrecer descuentos en algunas promociones para apuntalar sus ventas, lo que se traduciría a su vez en un menor margen de beneficio, indica el documento.
La calificadora apunta que Vanke tiene unos 14.000 millones de yuanes (1.950 millones de dólares, 1.783 millones de euros) en bonos extraterritoriales (‘offshore’) y otros 20.000 millones de yuanes (2.786 millones de dólares, 2.547 millones de euros) en obligaciones en China continental (‘onshore’) con vencimiento hacia junio de 2025.
Si bien la compañía había asegurado que haría frente a sus obligaciones y notificó el viernes el depósito de los fondos para el pago de un bono ‘offshore’ de 630 millones de dólares ante los rumores sobre su liquidez, Moody’s considera que “el uso de recursos internos para pagar las deudas que expiren debilitará su colchón de liquidez”.
Las negociaciones continúan
Ante las noticias que apuntan a que Vanke sigue negociando con aseguradoras estatales chinas para, entre otras iniciativas, prolongar los vencimientos de su deuda, las acciones de la promotora en Hong Kong subían un 2,45% antes de las 11:30 hora local de hoy, aunque han caído un 15,4% en lo que va de año y casi un 86% desde su pico máximo, marcado a principios de 2018.
La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda, entre las que destacaba Evergrande, con un pasivo de casi 330.000 millones de dólares.