Si hay o no dólares suficientes para satisfacer la demanda del mercado la realidad es que la Subasta de Divisas del Banco Central de Honduras muestra un alto déficit.
Según el registro (oficial) de la Subasta Electrónica de Divisas, en enero anterior, se presentaron “ofertas aceptadas” por 3.427 millones de dólares, de las que se adjudicaron “1.124 millones de dólares”, el 32,8% del total.
El BCH informó que en enero se presentaron 15.010 solicitudes por un valor de 4.093 millones 326.000 dólares. Sin embargo, por distintas razones (nuevas regulaciones) se rechazaron 2.808 por un monto de 665.827.200.
En promedio se adjudicaron 51 millones de dólares por subasta diaria en enero. Según la cuenta X, antes twitter, del BCH destaca que “El 12 de enero de 2024, los demandantes de divisas obtuvieron USD60.8 millones (L1,498.0 millones) representando 133.6% de los ingresos de divisas del día previo (USD45.5 millones)”.
Pero el informe oficial dice que el 12 de enero se adjudicaron 41.5 millones de dólares. Lo que si es una realidad es que el ingreso de divisas tanto el año pasado como en enero y febrero, es menor a la demanda.
El ingreso de divisas cae 10% en 40 días
El acceso a dólares tiene una mayor regulación que, en opinión de Liliana Castillo, ex presidenta del Colegio de Economistas de Honduras, tiene más efecto en los micro y pequeños empresarios y las personas naturales en general.
“Porque recordemos que las medianas y grandes empresas estos normalmente tienen la documentación de respaldo que se les pide, ya sea para comprar sus insumos, maquinaria, digamos, o algunos que compran el producto en el exterior para venderlo aquí en el país”, dijo.
En el caso de los micro y pequeños y las personas naturales es más difícil porque no se cuenta con la documentación de respaldo y acuden al sistema financiero privado y por consiguiente llega un momento que en casi todas las instituciones la respuesta es que no hay divisas.
Por su parte, el economista Claudio Salgado, defendió el mayor control porque “personas naturales y personas jurídicas estaban haciendo uso de divisas sin ningún respaldo”, y podría darse una “fuga de capitales”.