Aunque la privatización de los servicios de energía eléctrica, comercialización, ventas, mantenimiento, seguridad, en el país lleva más de una década, la estatal de energía cuenta con más de 2.200 empleados.
Durante años se ha propuesto la reducción de la planilla, pero las autoridades mantenían las plazas abiertas lo que levó a demandas laborales y el reintegro de los empleados.
Con la entrada en operación de la empresa EEH, donde el sindicato se convirtió en “accionista”, se prometió la renuncia de un buen número de empleados que serían absorbidos por la nueva empresa o porque aceptan su cesantía.
Sin embargo, a la fecha el número de burócratas se mantiene en la empresa pública que más pérdidas genera al país.
Leonardo Deras, gerente de la ENEE sostiene que este año comienza la “obligada reducción de personal” que está planteada en la Ley Marco del Sector de Energía.
“El proceso está en marcha, la ENEE desaparecerá y serán tres empresas y un operador los que tendrán que operar con los privados. El personal será el necesario”, señaló.
El número inicial sería de 800 cesanteados, aunque este número se ha mencionado por varios años.
“Mucho ganan salarios por trabajos que no realizan, se necesita una reorganización”, señaló el funcionario.
La reorganización interna se encuentra establecida en el artículo 29 de la nueva Ley General de Industria Eléctrica que consiste en un modelo liberalizado que genere competitividad en el servicio.
Al respecto, el presidente (cargo en litigio) del STENEE, José Luis Matamoros, señaló que la ENEE es dueña de toda la red energética y por lo tanto la liberalización es lejana y se necesitará del personal.