Una jueza de Delaware ha fallado este martes a favor del pequeño inversor que impugnó el pago de 55.000 millones de dólares que se adjudicó Elon Musk como responsable de Tesla.
El demandante, propietario de nueve acciones del fabricante de vehículos eléctricos, denunció a la firma en 2018 por “enriquecimiento excesivo e injustificado” del que después sería dueño también de Twitter (actual X) y por considerar que los miembros del consejo de administración no actuaron con independencia al permitirle indebidamente decidir los detalles del plan de retribución a su gusto.
El magnate aseguró ante el tribunal en noviembre de 2022 que no desempeñó ningún papel a la hora de cerrar la cuantía de la retribución y afirmó que al asumir la dirección su único objetivo era hacer viable una empresa pionera en el sector de la automoción sostenible.
El fallo de la jueza Kathaleen St. J. McCormick se produce más de cinco años después de que el cofundador del fabricante de coches eléctricos recibiera el mayor plan de compensación ejecutiva de la historia. El consejo de administración de Tesla tendrá que presentar una nueva propuesta, a cuya formulación está invitado por decisión judicial Richard Tornetta, el pequeño accionista.
La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo de Delaware. Las acciones de Tesla cayeron un 2,8% en las operaciones posteriores a la apertura del mercado. En un lacónico post en la red social X, el magnate escribió: “Nunca constituya su empresa en el Estado de Delaware”.
El veredicto deja en el limbo el futuro de la fortuna de Musk. Valoradas en unos 51.100 millones de dólares, las opciones eran uno de sus activos más valiosos. Sin ellas, su patrimonio neto se reduciría a 154.300 millones de dólares, lo que le convertiría en la tercera persona más rica del mundo tras pasar la mayor parte de los dos últimos años en el puesto número uno, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg.
Las opciones de compra de acciones de su plan de compensación se han ido devengando en incrementos a lo largo de los últimos años a medida que se han alcanzado los objetivos de rendimiento, pero aún no ha ejercido ninguna de las opciones, según muestran los archivos regulatorios.
Durante el juicio, que duró una semana, los directivos de Tesla, la empresa automovilística más valiosa del mundo, argumentaron que la empresa pagaba para garantizar que uno de los empresarios más dinámicos del mundo siguiera dedicando su atención al fabricante de vehículos eléctricos, dada su multiplicidad de intereses empresariales y el riesgo de diversión de su empeño.
Antonio Gracias, director de Tesla de 2007 a 2021, calificó el paquete de “gran negocio para los accionistas”, porque, según dijo, condujo al extraordinario éxito de la empresa, en tela de juicio por los accidentes de algunos de sus modelos.