El Banco Mundial, mediante un extenso documento publicado en su página web, reveló los resultados de un ejercicio de análisis que realizaron para definir cómo vivimos el 2023. La entidad internacional comienza ese informe con una frase contundente: “Si 2022 fue un año de incertidumbres, 2023 es el año de la desigualdad”.
Esta dura afirmación es el preámbulo para indicar que son los países más pobres los que están pasando un ‘mal rato’, pues luego de venir de una pandemia (por el covid-19), el intento por recuperarse social y económicamente ha sido entorpecido este año por varios factores: cambio climático; fragilidad económica y social, conflictos y violencia, inseguridad alimentaria, entre otros.
“Como en la mayoría de las crisis, los países más pobres del mundo son los más afectados. Muchos de estos países, que ya se encuentran en situación de sobreendeudamiento, deben enfrentar una escasez de recursos aún mayor. El trabajo esporádico en línea es un aspecto esencial del mercado laboral y una fuente de ingresos, pero solo para aquellos que pueden acceder a él. Y no hay que olvidar la crisis actual de los refugiados. Las políticas migratorias mejoradas no solo pueden ayudar a aliviar la crisis; también pueden impulsar el crecimiento económico y la prosperidad”, indica la organización.
En resumen, el Banco Mundial asegura en su análisis que en 2023 todos, unos más que otros, nos hemos enfrentado a una policrisis. “La forma en que el Banco Mundial responde y gestiona las amenazas nuevas y existentes es cada vez más crítica”, indicó la entidad.
Resumen del año que hace el Banco Mundial en seis grandes temas:
1. Pobreza
El Banco Mundial aseguró que si bien la pobreza extrema ha disminuido en los países de ingreso mediano, “el problema sigue siendo peor que antes de la pandemia en los países más pobres y afectados por fragilidad, conflictos o violencia. La persistencia de la pobreza en estos países hace que otros objetivos de desarrollo mundiales clave sean mucho más difíciles de lograr”.
Destaca que casi 700 millones de personas (690,76 millones) en el mundo están hoy en pobreza extrema al vivir con menos de $2,5 al día. Aunque se habían concretado avances, la entidad destacó que con la pandemia del covid-19 todo retrocedió y que hoy en día se han perdido tres años de lucha contra la pobreza. Las personas que viven con menos de US$3,65 al día ascienden a 1.155,73 millones y los que tienen menos de US$6,85 son 1.836,07 millones de personas.
2. Deuda
Según el Informe sobre la deuda internacional del Banco Mundial, los países en desarrollo gastaron una cifra récord de $443.500 millones en el servicio de su deuda externa pública y con garantía pública en 2022. Agregaron que los países más pobres que reciben financiamiento de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Banco Mundial pagaron también una cifra récord de US$88.900 millones en costos del servicio de la deuda en 2022, un 4,8% más que en 2021.
“Los países más pobres corren el riesgo de sufrir crisis de deuda a medida que aumentan los costos de los empréstitos. El incremento de los costos llevó a que se desviaran recursos y se desatendieran necesidades críticas como la salud, la educación y el medio ambiente”, advirtió la entidad.
3. Perspectivas económicas mundiales
La elevada inflación, el aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania, fueron parte de las causas que han desacelerado la economía mundial, según el Banco Mundial.
“Se proyecta que la economía mundial crecerá 1,7% en 2023 y 2,7% en 2024, y que la fuerte desaceleración del crecimiento será generalizada. Los pronósticos en 2023 se corregirán a la baja para 95% de las economías avanzadas y para casi 70% de los mercados emergentes y las economías en desarrollo”, indicó.
Y finalizó este tema diciendo que las perspectivas económicas para las economías en desarrollo han sido más sombrías en 2023. “Los primeros cuatro años de la década de 2020 han sido los más débiles en 30 años”, dijo.
4. Caída de las perspectivas de crecimiento a largo plazo
La primera evaluación integral de las posibles tasas de crecimiento de la producción a largo plazo después de la pandemia de covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania fue presentada por el Banco Mundial en el informe titulado Falling Long-Term Growth Prospects: Trends, Expectations, and Policies (Caída de las perspectivas de crecimiento a largo plazo: Tendencias, expectativas y políticas). Y la conclusión es alarmante: “Estas tasas pueden considerarse el “límite de velocidad” de la economía mundial, y las conclusiones de este año son preocupantes”.
El Banco Mundial vuelve a reiterar que lo que se prevé es que la tasa máxima a largo plazo de crecimiento mundial, sin provocar inflación, caerá al nivel más bajo de los últimos 30 años en lo que queda de la década de 2020. “Ello se debe a que la mayoría de las fuerzas que han impulsado la prosperidad desde principios de la década de 1990 se han debilitado, incluido el aumento de la población en edad de trabajar”, explicó el Banco Mundial.
5. Clima
En este tema el pronóstico es sorprendente. El Banco Mundial aseguró en este informe que el cambio climático podría obligar a 216 millones de personas a migrar dentro de sus propios países para 2050.
“Posiblemente aumentará el estrés hídrico y disminuirá el rendimiento de los cultivos, especialmente en las regiones con mayor inseguridad alimentaria. Los sistemas agroalimentarios son también responsables de un tercio de todas las emisiones. Ampliar las energías renovables y aumentar la eficiencia energética, e invertir en electrificación a gran escala, al mismo tiempo que se evita la construcción de nuevas centrales de carbón y se da de baja a las antiguas, son medidas críticas para suministrar energía limpia a los hogares, escuelas, hospitales y empresas”, indicó.
Aunque destacan que los países están trabajando para reducir las emisiones e impulsar la resiliencia, lo que se requieren son verdaderos cambios sociales, económicos y tecnológicos.
6. Mercados de productos básicos
La entidad recupera las conclusiones del último informe Commodity Markets Outlook (Perspectivas de los mercados de productos básicos), donde explican que una escalada del actual conflicto en Oriente Medio, sumada a las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania, podría empujar a los mercados mundiales de productos básicos hacia terrenos desconocidos.
“Los precios mundiales de los productos básicos disminuyeron casi 25% en 2023 en relación con 2022, la caída más pronunciada desde la pandemia. El inicio del conflicto en Oriente Medio a principios de octubre provocó un alza inicial de los precios, aunque el impacto hasta ahora ha sido modesto. Los precios de la mayoría de los productos básicos se mantienen por encima del promedio del período 2015-19”, explicó.
El pronóstico del Banco Mundial es que los precios del petróleo alcanzarán un promedio de US$90 el barril en el trimestre en curso, antes de descender a un promedio de US$81 el próximo año a medida que se desacelere el crecimiento económico mundial, y se prevé que los precios generales de los productos básicos caerán 4,1% en 2024.
En cuanto a las proyecciones de precios de productos básicos agrícolas, lo que calculan es que disminuirán el próximo año a medida que aumenten los suministros. Sobre los precios de los metales básicos, también dijeron que caerán 5% en 2024, y los precios de los productos básicos se estabilizarán en 2025.