La economía rusa crecerá este año más de un 3% y un 1,8% en 2024 pese a que la UE ha impuesto once paquetes de sanciones desde que se inició la guerra en Ucrania.
Desde febrero de 2022, cuando se produjo la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el Consejo Europeo ha adoptado diez paquetes de sanciones contra Rusia y Bielorrusia. Las sanciones tienen por objeto debilitar la capacidad de Rusia para financiar la guerra y se dirigen específicamente contra las élites política, militar y económica responsables de la invasión, señala la Comisión.
Las medidas restrictivas no tienen como objetivo a la sociedad rusa. Por esta razón, algunos sectores como el de la alimentación, la agricultura, la sanidad y los productos farmacéuticos quedan excluidos de las medidas restrictivas impuestas, agrega.
Según el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), 2022 fue un mal año para la economía rusa. Se calcula que, en 2022, el producto interior bruto (PIB) de Rusia cayó un 2,1%.
Sin embargo, las previsiones para este año publicadas por JP Morgan revelan que la economía de Rusia crecerá más de un 3% este año y un 1,8% en 2024, frente al 0,6% y 1,3% que se espera crezca la economía de la Unión Europea. Se trata de la misma entidad, JP Morgan, que hace poco más de un año preveía el colapso de la economía rusa por las sanciones internacionales.
Las medidas restrictivas están orientadas a las importaciones de determinadas mercancías procedentes de Rusia y a la exportación de determinadas mercancías a Rusia. La lista de productos prohibidos está concebida para ampliar al máximo las repercusiones negativas de las sanciones para la economía rusa y a la vez limitar las consecuencias para las empresas y ciudadanos de la UE.
Sin embargo, tras un fuerte impacto inicial de estas sanciones, la realidad es que las empresas rusas se han visto fortalecidas por la demanda interior de sus productos y la necesidad de importaciones se ha reducido paulatinamente.
Mientras que en el primer semestre de 2022 Rusia se benefició del aumento de los precios de los combustibles fósiles en los mercados mundiales, las sanciones contra las importaciones de petróleo que entraron en vigor en diciembre de 2022 han dado lugar a una limitación de los ingresos de Rusia.
Esta resistencia de la economía rusa se produce pese a que hay 300.000 millones de euros de reservas del Banco Central de Rusia bloqueados en la UE (dos tercios del total), en otros países del G7 y en Australia. El 70 % de los activos del sistema bancario ruso están sujetos a sanciones y se han inmovilizado alrededor de 20.000 millones de euros en activos de más de 1.500 personas y entidades sancionadas.