La elección de Argentina se decidirá en una segunda vuelta presidencial entre el ministro de Economía, Sergio Massa, quien desafió las expectativas de tomar la delantera en las elecciones del domingo, y el outsider libertario Javier Milei. Es el escenario políticamente más polarizador y el que más temían los inversores.
Con el 76% de los votos escrutados, Massa obtuvo 36% mientras que Milei recibió casi 31%, dijo la autoridad electoral del país, dejando a ambos por debajo de los umbrales necesarios para ganar directamente.
Massa, de 51 años, y Milei, de 53, se enfrentarán en una segunda vuelta el 19 de noviembre. Patricia Bullrich, la candidata proempresarial del establishment, terminó tercera con 24% de los votos. Su salida genera preocupaciones sobre el futuro de una coalición que hasta hace poco era vista como la sucesora más probable de la alianza peronista gobernante.
Este parece ser el peor escenario para los mercados el lunes por la mañana, ya que la incertidumbre y el gasto electoral harán que la inflación se dispare aún más. “Creo que Milei versus Massa en una segunda vuelta sería el peor de todos los escenarios posibles”, dijo Patrick Esteruelas de Emso Asset Management, en una entrevista la semana pasada.
Las tácticas gastadoras de Massa están “convirtiendo lo que era un cáliz ya envenenado para quien termine sucediendo, en un cáliz imbebible”.
El ambiente en la sede de campaña de Milei es tenso, expectante. Algunos asesores cercanos fueron rodeados por periodistas cuando llegaron, incluido el compañero de fórmula del libertario.
Javier Milei tiene previsto ofrecer una rueda de prensa. Reconoció que Sergio Massa tiene ventaja y dijo que trabajarían para vencerlo en la segunda vuelta.