El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo hoy que la fortaleza de la economía estadounidense y la persistente rigidez de los mercados laborales podrían justificar nuevas subidas de las tasas de interés, en unas declaraciones que parecieron contradecir las expectativas del mercado de que las alzas de tipos del banco central estadounidense habían llegado a su fin.
“Estamos atentos a los datos recientes que muestran la resistencia del crecimiento económico y la demanda de mano de obra. La evidencia adicional de un crecimiento persistentemente por encima de la tendencia, o de que las tensiones en el mercado laboral ya no se están relajando, podría poner en riesgo nuevos avances en (el combate a) la inflación y podría justificar un mayor endurecimiento de la política monetaria”, dijo Powell en declaraciones al Club Económico de Nueva York.
Para que la inflación regrese de forma duradera al objetivo de 2% de la Fed, “es probable que se requiera un periodo de crecimiento por debajo de la tendencia y una mayor relajación de las condiciones del mercado laboral”, afirmó Powell.
Desde que la Reserva Federal comenzó a subir las tasas de interés en marzo de 2022, el desempleo ha variado poco y está en 3,8%, menos de lo que la mayoría de las autoridades del banco central consideran no inflacionario. El crecimiento económico anual se ha mantenido sobre el 1,8% interanual que consideran el potencial subyacente de la economía.
La Reserva Federal está “procediendo con cautela” en la evaluación de la necesidad de nuevas subidas de tasas, dijo Powell, dejando probablemente intactas las expectativas actuales de que el organismo mantendrá su tasa de interés de referencia estable en el rango actual de 5,25% a 5,5% en la próxima reunión del 31 de octubre al 1 de noviembre.
Hay indicios de que el mercado laboral se está enfriando, dijo Powell, con algunas medidas importantes acercándose a niveles vistos incluso antes de la pandemia.
Powell también señaló una serie de nuevas “incertidumbres y riesgos” que deben tenerse en cuenta mientras la Fed intenta equilibrar la amenaza de permitir que la inflación se reavive con la de depender de la economía más de lo necesario.
Entre ellos se incluyen nuevos riesgos geopolíticos para la economía derivados del “horroroso” ataque contra Israel por parte del grupo militante palestino Hamás, dijo Powell.
“Nuestro papel institucional en la Reserva Federal es monitorear estos acontecimientos por sus implicaciones económicas, que siguen siendo muy inciertas”, aseguró Powell. “Hablando por mí mismo, encontré horroroso el ataque a Israel, al igual que la perspectiva de más pérdidas de vidas inocentes”.
También destacó los recientes aumentos en los rendimientos de los bonos que han ayudado a endurecer “significativamente” las condiciones financieras generales.
“Los persistentes cambios en las condiciones financieras pueden tener implicaciones para la senda de la política monetaria”, afirmó Powell, y los tipos de interés más altas basadas en el mercado, si se mantienen, harán el mismo trabajo que los aumentos de las tasas de la Reserva Federal.
“La inflación sigue siendo demasiado alta, y unos pocos meses de buenos datos son sólo el comienzo de lo que se necesitará para generar confianza en que la está bajando de manera sostenible hacia nuestra meta”, dijo, citando el progreso logrado desde que la inflación alcanzó su máximo el año pasado, pero notando también que una de las principales medidas de inflación de la Fed se mantuvo en 3,7% hasta septiembre, casi el doble del objetivo del banco central.
“Aún no podemos saber cuánto tiempo persistirán estas lecturas más bajas, o dónde se estabilizará la inflación en los próximos trimestres”, afirmó Powell. “Es probable que el camino sea accidentado y lleve algún tiempo… Mis colegas y yo estamos unidos en nuestro compromiso de reducir la inflación de manera sostenible al 2%”.