La producción de petróleo de Estados Unidos aumentó a un récord de 13.2 millones de barriles por día, mostraron el jueves los datos del Gobierno, superando el máximo anterior establecido en 2020 antes de que la pandemia de coronavirus diezmará la demanda mundial de crudo.
Los volúmenes de petróleo en Estados Unidos se han recuperado lentamente en los últimos tres años, ya que los productores prefirieron devolver efectivo a los accionistas a través de dividendos y recompras en lugar de gastar en aumentar el bombeo.
La producción récord de crudo de EE UU se produce cuando Arabia Saudita y Rusia extienden los recortes voluntarios combinados de suministro por encima de las restricciones de la OPEP+ de 1.3 millones de bpd hasta fin de año.
En los meses posteriores a marzo de 2020, la producción se hundió hasta 9.7 millones de bpd, ya que las empresas redujeron su bombeo para compensar una fuerte caída de la demanda. En un momento, los inventarios estaban tan llenos que los precios del crudo se volvieron negativos. Las restricciones a la movilidad impuestas por el gobierno redujeron la demanda de combustible hasta en un 20%.
Desde entonces, la industria petrolera ha enfrentado escasez de mano de obra y una mayor inflación, así como la invasión rusa de Ucrania, que trastornó el mercado y reorganizó los flujos de crudo en todo el mundo.
Poco después de la invasión, los futuros del petróleo subieron a cerca de 130 dólares por barril, su nivel más alto en más de una década, lo que llevó al presidente estadounidense, Joe Biden, a presionar a las compañías petroleras para que aumentaran la oferta.
Biden autorizó retiros récord de la Reserva Estratégica de Petróleo del país, dejándola en 346,8 millones de barriles en julio, su nivel más bajo desde 1983.
Desde entonces, la SPR ha aumentado gradualmente hasta alcanzar un total de 351.3 millones de barriles.
La producción en algunas regiones de Estados Unidos se ha recuperado más rápidamente. Los volúmenes en la Cuenca Pérmica en Texas y Nuevo México, el mayor campo petrolero de Estados Unidos, alcanzaron un récord de 5.83 millones de bpd en junio.