La baja en el precio internacional del aceite de palma tiene en alarma a los palmeros que, desde el año pasado, solicitan apoyo del gobierno para evitar el deterioro de la producción y el consecuente despido de trabajadores.
Según el Banco Central de Honduras (BCH), en su balanza comercial del primer cuatrimestre, el kilo de aceite de palma pasó de 0.87 cetavos de dólar en abril de 2018 a 0.57 centavos a abril de este año.
Es una baja de 27 centavos de dólar por kilo, un 30% que impacta en el sector.
Héctor Castro, presidente regional de la Asociación de Palmeros de Honduras, señaló que tienen un año de bajos precios y los efectos ya se sienten en el sector productivo e industrial de La Ceiba.
“Hoy los precios para la fruta son significativamente bajos, y todo eso va en detrimento de más de 118.000 productores, dueños de sus plantaciones y más de 60.000 empleos directos e indirectos. Esto tiene un impacto severo en la economía y en la parte social del país”, destacó el directivo.
Castro dijo que desde el año pasado se alertó al gobierno y al presidente la República y el efecto en la cartera crediticia que se tiene en el sector financiero.
“En diciembre anterior la cartera del sector financiero estaba sana, ahora mismo el productor está al límite y no hay capital de trabajo para la operación de las unidades productivas. Necesitamos un arreglo de cartera con una visión de largo plazo, mientras se recuperan estos precios”, declaró.
La reestructuración de créditos es la primera salida, opinó, para que el productor pueda mantener la asistencia a la plantación o a la parte operativa de la planta procesadora.
Desde comienzos del año, el gobierno anunció que se otorgarían créditos a través de Banhprovi para el sector agrícola, pero hasta este mes se están liberando recursos para los caficultores que también enfrentan una baja en el precio internacional.
Al mes de abril se han exportado 65.8 millones de dólares en aceite de palma con una producción de 114.6 millones de kilos.