La estadounidense Seasons Farm Fresh exporta rambután de Honduras a Norteamérica, enviando unas 11 toneladas semanales por vía aérea durante la temporada, y ahora ofrece un programa simplificado que incluye envases ecológicos (clamshell) para ayudar a los retailers a vender esta fruta.
“Hemos trabajado durante los últimos ocho años con nuestra cooperativa de productores para ofrecer un volumen y un crecimiento constantes a clientes de todo Estados Unidos y Canadá”, afirma Gabe Bernal, vicepresidente de Seasons Farm Fresh Inc. en Miami (Florida).
El ejecutivo afirma que tener un programa de rambután aporta diversidad a las estanterías de los retailers y atrae a los compradores a sus tiendas en busca de este artículo único.
“La popularidad de este artículo ha crecido exponencialmente cada año desde que empezamos en 2015”, dijo. “Ha pasado de ser un artículo ‘extraño’ a convertirse en un aperitivo muy conocido para aquellos que son originarios de Centroamérica o al Sudeste Asiático o han viajado allí, así como para los millennials, a los que les encanta esta fruta peluda”.
El atractivo de la fruta se debe a su estética distintiva y a su portabilidad. “Destaca por sus suaves ‘pelos’ en el exterior y su jugosa pulpa blanca/clara en el interior, que es muy refrescante”. “Es un tentempié ideal para llevar, para niños y adultos que quieren probar algo nuevo en lugar de la típica uva, arándano o cereza”.
Además de las cajas de 1,5 kg a granel, la empresa también ofrece un programa de seis clamshells de 340 g por caja (de 120 a 150 cajas por palé). “Se envían por avión a partir de julio, con un precio fijo hasta noviembre”, explicó.
“Controlamos todas las operaciones y la logística para que el comprador solo tenga que centrarse en recibir el producto o recogerlo en nuestro almacén de Miami. Nuestro objetivo es que la introducción de este producto sea lo más ágil posible para los clientes”, agregó.
El programa está respaldado por unas instalaciones de envasado y un sistema de hidroenfriamiento de última generación en Honduras. “Esto ha ayudado a prolongar la vida útil y el aspecto exterior de nuestro rambután”, dice el experto. “Vemos menos ennegrecimiento de las puntas. Todas nuestras fincas y almacenes cuentan con certificaciones de seguridad alimentaria y Global GAP para garantizar la integridad y calidad de nuestro producto”.