Los BRICS oficializaron este jueves la incorporación de cinco naciones al grupo. Admitirán a Arabia Saudita, Irán, Etiopía, Egipto, Argentina y los Emiratos Árabes Unidos. Esta medida tiene como objetivo aumentar la influencia del bloque mientras busca reequilibrar el orden mundial vigente, alterado por el conflicto militar que mantiene uno de los países fundadores en Ucrania.
“BRICS ha iniciado un nuevo capítulo en su esfuerzo por construir un mundo que sea justo, un mundo que sea equitativo, un mundo que también sea inclusivo y próspero”, afirmó Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica, quien está siendo anfitrión de una cumbre de líderes. Este país africano fue el último en sumarse al bloque en 2010.
La creciente polarización geopolítica a raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y las deterioradas relaciones entre China y Estados Unidos están impulsando los esfuerzos de Beijing y Moscú por convertir a BRICS en un contrapeso viable frente a Occidente.
Ninguno de los socios de Moscú han condenado de manera directa la ofensiva militar del Kremlin sobre Ucrania, a la vez que tampoco han implementado las sanciones económicas en su contra. Sin embargo, la asistencia de China y los nuevos negocios con India no han impedido la debacle acelerada del rublo.
Esta expansión también podría allanar el camino para que decenas de países más busquen ingresar al grupo, que se ha comprometido a abordar sus quejas sobre un orden mundial que muchos sienten que está en su contra. Los seis países candidatos se convertirán oficialmente en miembros el 1 de enero de 2024. Ramaphosa y el Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dejaron la puerta abierta a la posibilidad de admitir a otros países en el futuro.
Los analistas han destacado rápidamente la inclusión de Irán y Arabia Saudita, los mayores productores de petróleo del mundo además de Estados Unidos. Históricos enemigos, ambas naciones participan en un dialogo moderado por Pekín para normalizar sus relaciones.
La inclusión de los nuevos miembros aumentará en forma moderada la cuota de los BRICS en el producto interno bruto global, que pasará del 27% actual al 32%, según datos del Banco Mundial. De esta forma, superaran en peso económico al G7, el grupo de potencias occidentales liderado por Estados Unidos y la Unión Europea, al que solo corresponde un tercio de la producción global.