El Congreso de El Salvador aprobó ayer martes una solicitud del Gobierno del presidente Nayib Bukele para emitir deuda por hasta $1.000 millones con el objetivo de refinanciar compromisos de corto plazo.
Los fondos obtenidos de la operación, que aún no tiene fecha y podrían lanzarse en el mercado local o internacional, serán destinados a realizar “las operaciones necesarias e indispensables” para convertir deuda de corto plazo en deuda de mediano y largo plazo, informó la Asamblea Legislativa, dominada por los aliados de Bukele.
“Con el objeto de mejorar el perfil del portafolio de la deuda pública y la administración de los riesgos asociados a este, es importante gestionar y obtener condiciones financieras favorables, que permitan realizar la conversión de deuda vigente de corto plazo, en deuda de mediano o largo plazo”, mencionaron los diputados en la ley aprobada con amplia mayoría.
Hasta diciembre, la deuda de corto plazo del país centroamericano ascendía a $2.656 millones, según datos del Ministerio de Hacienda.
Los legisladores también autorizaron al Ejecutivo a, de ser necesario, gestionar la obtención de un “crédito puente”, que será cancelado con los recursos que se obtengan de la colocación.
En septiembre, El Salvador anunció la recompra de un máximo de $360 millones en una adquisición anticipada de bonos con vencimiento en 2023 y 2025, una operación que Bukele calificó como “tan exitosa” que posteriormente anunció la adquisición de los remanentes de los papeles.
El año pasado, el mercado especuló que el país podría caer en default luego de que los precios de su deuda soberana colapsaran en medio de la lenta implementación del bitcóin como moneda de curso legal y ante el fracaso de emitir un millonario bono respaldado con la criptomoneda.