En el marco de la toma de posesión del presidente Donald Trump, una nueva encuesta realizada a empresas estadounidenses en Europa revela que nueve de cada diez prevén un empeoramiento de la relación comercial y de inversión entre la UE y Estados Unidos.
Los encuestados también tienen una visión pesimista sobre los cambios de política previstos, y dos tercios esperan que las políticas estadounidenses tengan un impacto negativo en sus operaciones en Europa en los próximos años.
Esta preocupación se aplica a las políticas de ambos lados del Atlántico. Cuando se les hizo la misma pregunta sobre las políticas anunciadas por la UE, una mayoría (52%) también predijo un impacto negativo. Sin embargo, el 28% esperaba que las políticas de la UE tuvieran una influencia “algo” o “muy” positiva en sus operaciones europeas.
En medio de las conversaciones sobre aranceles, la facilitación del comercio encabezó la lista de áreas en las que la colaboración transatlántica será fundamental para el éxito empresarial: el 84% clasificó la política comercial y los aranceles entre sus tres prioridades principales, seguidas de cerca por el progreso en el desarrollo de cadenas de suministro resilientes.
Para reforzar su liderazgo económico compartido a nivel mundial, los encuestados recomendaron que los responsables de las políticas de la UE y los EE UU centren su atención en minimizar las cargas regulatorias, reducir las barreras comerciales y fortalecer la convergencia regulatoria.
A pesar de las perspectivas empresariales pesimistas, la encuesta, realizada entre el 6 y el 14 de enero, muestra que las empresas estadounidenses siguen considerando a Europa como una parte fundamental de sus operaciones globales.
Todos los encuestados describieron a Europa como importante en algún grado, y el 75% calificó la región como “extremadamente” o “muy” importante para las operaciones globales de su empresa. Las empresas también confirmaron su continuo apoyo al Acuerdo de París y a la futura prosperidad económica y reconstrucción de Ucrania.
“Las empresas estadounidenses siguen comprometidas con Europa y su éxito, incluso en tiempos difíciles en el horizonte. Una relación transatlántica sólida beneficia a la UE, a los EE UU y al mundo. Pero la relación solo funciona cuando la economía de Europa es lo suficientemente fuerte como para atraer inversiones y apoyar su capacidad de ejercer un liderazgo global”, dijo Malte Lohan, director ejecutivo de AmCham EU, en respuesta a la encuesta.
“El enfoque en el comercio no es sorprendente. Las barreras comerciales están aumentando en todo el mundo a pesar de la contribución del comercio abierto al crecimiento económico y la resiliencia. En AmCham EU, denunciamos el proteccionismo siempre que lo vemos. Eso no cambiará con las nuevas administraciones políticas en ambos lados del Atlántico”, agregó el Sr. Lohan.