Mientras la construcción privada siguió en aumento en 2022, creció 33%, las obras en el sector público arrastran un millonario endeudamiento. Según la Cámara Hondureña de la Construcción (CHICO), las deudas rondan los 1.300 millones de lempiras.
El director ejecutivo de la institución, Silvio Larios, dijo que la mayor parte de las deudas vienen desde la administración anterior y se agravó con el cierre de Invest Honduras, sin que hayan liquidado los proyectos que estaban en ejecución. Además de las obras contratadas por la SIT (Secretaría de Infraestructura y Transporte), antes INSEP.
“Hay una fuerte deuda de obras realizadas con Invest Honduras que son 600 millones de lempiras desde hace un año y media, y se debe (a bancos) 30%, además 700 millones de lempiras en obras de emergencia para la Secretaría de Infraestructura y Transporte, y suman 1.300 millones de lempiras un poco más un poco menos”, declaró.
Aunque reconoció que varias empresas recibieron pagos, no eran suficientes para cumplir con los préstamos de las compañías constructoras con los bancos.
“Nuestros afiliados, como se dice, están raspando las ollas y algunos han tenido que ir a pedir audiencia a las oficinas públicas para solicitar los pagos. Esto está afectando a la industria y a los afiliados a la Chico”, apuntó.