El sector está afectado por precios del petróleo y guerra comercial entre EE UU-China
Las aerolíneas prevén un beneficio neto de $28.000 millones en 2019, un 21% por debajo del pronóstico de hace seis meses, debido al impacto de mayores precios del petróleo y la crisis comercial entre Estados Unidos y China.
El sector aéreo ha sacado la tijera para adecuar sus estimaciones para 2019 al entorno alcista de los precios del petróleo y a la escalada de tensión en el comercio mundial.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) contempla que el conjunto de la industria alcance un beneficio neto de $28.000 millones este año, el umbral más bajo desde 2014.
La cifra, que es un 21% inferior al cálculo de hace seis meses y está un 6,6% por debajo de 2018, supone “unas ganancias sólidas en plena oleada de proteccionismo y pese al alza del precio del combustible”, según Alexandre de Juniac, director general y CEO de IATA.
La rentabilidad, no obstante, sigue siendo exigua.
Las aerolíneas obtendrán un margen sobre beneficios del 3,2%, frente al 20% de gigantes tecnológicos como Apple y Google. Es decir, $6,12 por pasajero.
La razón es simple: mientras los ingresos crecerán un 6,52% este año, los costes subirán a mayor velocidad. En concreto, un 7,45%, con el crudo a la cabeza.
La factura de combustible aumentará un 14,4% -IATA asume un precio de $70 por barril- y copará un 25% de los costes operativos de las compañías.
Baja en precio de boletos aéreos
Mientras que a las compañías aéreas les tocará apretarse el cinturón, los pasajeros están de enhorabuena.
Las tarifas de los billetes de avión seguirán abaratándose, aumentarán los destinos conectados por avión -se llegará a 22.000 rutas directas- y el número de frecuencias. Cada minuto despegarán, de media, 75 aeronaves.
Europa, donde un vuelo necesita un 70% de ocupación para alcanzar el punto de equilibrio, será una de las zonas más afectadas por este deterioro.
Las aerolíneas del Viejo Continente ganarán $8.100 millones, casi un 14% menos que en 2018.
En su caso, además del combustible y la debilidad en el comercio mundial -es una de las regiones más expuestas-, sufrirán el efecto de la congestión en los cielos europeos, que el ejercicio pasado hizo que los minutos de retraso se elevaran un 61,8%.
Una subida que se tradujo en $2,15 millones de costes operativos para las aerolíneas.
Por contra, Norteamérica mantendrá su pujanza y aportará el 54% del beneficio de la industria a nivel mundial, y Oriente Medio y África cerrarán en rojo.