El Global Hunger Index 2022 muestra que el progreso mundial contra el hambre se ha estancado
El Global Hunger Index (GHI) de este año enfrenta al mundo a una sombría realidad. El cóctel tóxico de los conflictos, el cambio climático, la pandemia del COVID-19 y ahora, la guerra en Ucrania -con sus efectos en cadena sobre el suministro mundial y los precios de los alimentos, los fertilizantes y el combustible- está convirtiendo una crisis en una catástrofe.
La puntuación global del GHI de 2022 muestra que el progreso contra el hambre se ha detenido en gran medida. Otros indicadores revelan la trágica escala de la crisis en curso, señala Mathias Mogge, Secretario General de Welthungerhilfe.
El Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2022 informó de que en 2021 el número de personas subalimentadas -un indicador de hambre crónica- aumentó hasta 828 millones. Además, según el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias 2022, el número de personas que padecen hambre aguda también aumentó desde 2020,
alcanzando casi 193 millones en 2021.
Estos impactos se están produciendo en África Subsahariana, Asia del Sur y en Centroamérica y Sudamérica, advierte el informe.
“Ahora que nos enfrentamos a la tercera crisis mundial de los precios de los alimentos en 15 años, está más claro que nunca que nuestros sistemas alimentarios en su forma actual son inadecuados para acabar con la pobreza y el hambre de forma sostenible”, señala el informe.
“La crisis alimentaria mundial que se está produciendo ahora se presenta como una consecuencia de la guerra en Ucrania. Sin embargo, la gravedad y la rapidez de los impactos sobre el hambre se han producido en gran medida porque millones de personas ya vivían al borde del hambre, un legado de los fracasos del pasado en la construcción de sistemas alimentarios más justos, sostenibles y resilientes”, añade.
La puntuación del GHI de 2022 para el mundo es de 18,2, considerada moderada.
La prevalencia de la subalimentación –uno de los cuatro indicadores utilizados en el cálculo del GHI– disminuyó entre 2000 y 2017, momento en el que aumentó, al principio de forma gradual y después de forma brusca. En 2021, hasta 828 millones de personas estaban subalimentadas, lo que representa un retroceso de más de una década de progreso en la lucha contra el hambre.
Los otros indicadores utilizados en el GHI muestran resultados mixtos. Las tasas de emaciación infantil (bajo peso para la altura) se han estancado en los últimos años en todo el mundo, mientras que las tasas de mortalidad infantil y de retraso en el crecimiento infantil (baja altura para la edad) han seguido disminuyendo. Sin embargo, en comparación con otros indicadores, las tasas de retraso en el crecimiento infantil cambian lentamente con el tiempo, y pueden pasar varios años hasta que reflejen el contexto mundial cada vez más difícil.
Los países con menor y mayor hambre
El GHI utiliza para expresar sus conclusiones una escala de 0 a 100, donde de 0 a 9,9 es considerado bajo; de 10 a 19,9 es considerado moderado; de 20 a 34,9 se entiende como grave; de 35 a 49,9 aumenta a alarmante; y de 50 a 100 se rotula como extremadamente alarmante.
Ningún país obtuvo la calificación más severa. Por otro lado, el informe detalla que no se pudo calcular los puntajes individuales de 15 países debido a la falta de datos específicos, por lo que se procedió únicamente a ubicarlos dentro del rango pertinente. De todas formas, se identificó a 49 países con un “nivel bajo”, a 36 dentro del rango “moderado”, a 35 en una situación “grave” y nueve que llegaron al grado de “alarmante”.
A nivel global destaca el desempeño de Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, y Chile, que obtuvieron los puestos a países con menor índice de hambre e inseguridad alimentaria. En cambio, lideraron la tabla opuesta la República Árabe Siria, Sudán del Sur y Somalia.
En lo que respecta al continente americano, Chile, Uruguay y Brasil lideraron el ranking con una luz verde sobre su desempeño mientras que se encendieron las alarmas sobre los resultados de Haití, Venezuela y Guatemala.
Honduras se encuentra entre los 10 países del continente americano con peor desempeño. La triste lista la encabeza Haití – 32,7 puntos, Venezuela -19,9, Guatemala -18,8, Ecuador -15,2 y Nicaragua -13,6. Después Honduras -13,4 (posición 62, cuatro menos que en 2021 cuando estaba en la 58), Bolivia -13,2, Guayana – 10,4, Surinam -10,2 y Trinidad y Tobago -9.
“Las disparidades de retraso en el crecimiento (niñez) entre distritos o condados fueron particularmente pronunciadas en Honduras, India, Nigeria y Vietnam”, destaca el informe.