Entre las razones están: crisis del gas en Europa, la elevada inflación y la fuerte aceleración de las tasas
La calificadora de riesgo Fitch Ratings redujo sus proyecciones del PIB mundial en 0,5 puntos porcentuales hasta 2,4% para este año. Las previsiones para el próximo año prevén que la economía crezca solo 1,7%, lo que, a su vez, representa un recorte de un punto porcentual.
Entre los principales alicientes se encuentra la crisis del gas en Europa, la elevada inflación y la fuerte aceleración del ritmo de endurecimiento de la política monetaria mundial están haciendo mella en las perspectivas económicas.
Ahora se espera que la eurozona y el Reino Unido entren en recesión a finales de este año y Fitch prevé que Estados Unidos sufra una leve recesión a mediados de 2023.
Se espera que la economía de la eurozona se contraiga 0,1% en 2023, lo que supone un descenso de 2,2 puntos porcentuales desde junio y refleja el impacto de la crisis del gas natural. “Ahora esperamos un crecimiento de Estados Unidos de 1,7% en 2022 y de 0,5% en 2023, revisado a la baja en 1,2 pp y un pp, respectivamente”, dice el informe.
La recuperación de China se ve limitada por las restricciones de la pandemia de covid-19 y una prolongada caída inmobiliaria, y ahora esperamos que el crecimiento sea de 2,8% este año y que se recupere hasta 4,5% el próximo, revisiones a la baja de 0,9pp y 0,8pp.
Las previsiones parten ahora de la base de un cierre total o casi total del gasoducto ruso a Europa. A pesar de los esfuerzos de la UE por encontrar alternativas, el suministro total de gas de la UE se reducirá significativamente a corto plazo, lo que repercutirá en las cadenas de suministro industrial. Estas repercusiones en la oferta se agravarían si fuera necesario un racionamiento para evitar la escasez total de gas, un riesgo clave en Alemania.
“En los últimos meses se ha producido una especie de tormenta perfecta para la economía mundial, con la crisis del gas en Europa, una fuerte aceleración de las subidas de los tipos de interés y la profundización de la crisis inmobiliaria en China”, dijo Brian Coulton, economista jefe de la firma.
Los precios europeos del gas y la electricidad al por mayor se han multiplicado casi por diez debido a la crisis. Un traspaso sin trabas a los precios minoristas del gas y la electricidad podría tener enormes repercusiones en la inflación del IPC. A modo de ejemplo, una subida de tres a cuatro veces en los precios minoristas del gas y la electricidad añadiría más de 15 puntos porcentuales al IPC.
Los gobiernos están dando respuestas para proteger a los consumidores y prevemos subidas más moderadas de los precios al por menor. Pero estas medidas de apoyo podrían tener importantes costes fiscales.
La inflación elevada y persistente, las elevadas expectativas de inflación a corto plazo y la rigidez de los mercados laborales han llevado a la Reserva Federal, al Banco de Inglaterra y al BCE a adoptar una postura más agresiva en los últimos meses. Los tipos de interés están aumentando mucho más rápido de lo previsto.
Tasas de interés seguirán en alza
Ahora se espera que la Reserva Federal lleve los tipos a 4% a finales de año y los mantenga hasta 2023; el tipo de refinanciación del BCE se espera que suba a 2% en diciembre; y se prevé que el tipo de interés bancario del BOE alcance 3,25% en febrero de 2023. La Fed y el Banco de Inglaterra están en modo de endurecimiento cuantitativo, y el Banco de Inglaterra prevé la venta directa de bonos.
En contraste con el papel de la flexibilización cuantitativa en la pandemia, las políticas de los bancos centrales ya no apoyan la flexibilización fiscal para proteger a los hogares y las empresas de las perturbaciones económicas. Con el endurecimiento de las condiciones de liquidez, la relajación fiscal a gran escala podría hacer subir los tipos de interés reales a largo plazo.