La ejecución presupuestaria del Gobierno al 10 de agosto sigue por debajo del 50% de lo presupuestado este año con una mayor caída en la inversión pública, informó la Secretaría de Finanzas.
El informe oficial señala que la ejecución presupuestaria es de “46,28%” del presupuesto 2022, que equivale a 150.150 millones de lempiras. Hay que destacar que Finanzas mantiene (sin explicar las razones) que el Presupuesto General 2022 es de 324.424 millones de lempiras, una cifra mucho menor a la aprobada por el Congreso Nacional de 360.500 millones de lempiras.
Si se tomara como válido el Presupuesto aprobado por el Congreso Nacional, la ejecución presupuestaria a la fecha sería del 41%.
Pero, ¿en qué está gastando el dinero el Gobierno?. Según el informe de Finanzas, el pago de los Servicios Personales (salarios) es el principal destino de los ingresos y préstamos externos que financian el presupuesto. Se han erogado “41.900 millones de lempiras” con una ejecución del 50,76%, es decir que también está retrasada.
En segundo lugar está el pago del servicio de la deuda pública tiene una ejecución casi ideal con el “62,70%”. Al 10 de agosto se han pagado 38.035 millones de lempiras de los 60.660 millones presupuestados. Es así que la administración central ha ejecutado 90.282 millones (50,1%), las Instituciones de Seguridad Social 31.164 millones (40%) y las Empresas Públicas (sobre todo la ENEE) 20.280 millones (45%).
Por instituciones y carteras la mayor ejecución es para el pago de la deuda pública, seguido la Secretaría de Educación (18.658 millones), la ENEE (18.438 millones), Inprema (12.796 millones) y Salud con 8.707 millones de lempiras, pero apenas el 38% de lo proyectado.
La mayor parte de los entes públicos tienen una baja ejecución, con algunas sorpresas como el mayor gasto en la Dirección de Cultura y Deportes (97%) o el Consejo Nacional Electoral (79,6%).
La inversión pública en cambio tiene una ejecución del 13% con un poco más de mil millones de los 10.000 millones de lempiras en la nueva revisión de Finanzas (originalmente superaba los 20.000 millones).
Para los economistas, la baja ejecución es un problema que está afectando la economía y reduce las expectativas de un mayor crecimiento del PIB para este año.
Ya en julio pasado, el Fosdeh en su informe Monitoreo del Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República” del primer semestre del año, expuso que se ejecutaba el 44% del presupuesto aprobado para la administración central y un 36% se ha ejecutado en la administración descentralizada.
El Presupuesto General se aprobó en un inicio por un monto de L 308,233.6 millones, sin embargo, con el nuevo gobierno, dice el informe, “se envió un proyecto de reforma por lo cual se incrementó en L 52,271.4 millones alcanzando los 360,505 millones con la promesa que sería destinado para atender los problemas torales de país como falta de salud, precariedad en el sistema sanitario, reducción de los índices de pobreza que alcanza al 73.4% de la población, entre otros”.
Los resultados a la fecha, en especial por la baja ejecución presupuestaria, parecen estar distantes a la realidad económica que vive la población actualmente, cuestiona el economista de Fosdeh, Ismael Zepeda.