El Salvador y Honduras, en menor nivel, no logran atraer la inversión extranjera necesaria para destacar entre sus vecinos de la región. En 2021 El Salavdor se colocó, de nuevo, como el que menos Inversión Extranjera Directa (IED) logró en Centroamérica, según cifras oficiales del Consejo Monetario Centroamericano.
El año pasado, Guatemala fue el país con más flujos de IED en toda Centroamérica, con una cifra acumulada de $3.311 millones; le siguió Costa Rica con $3.110 millones; en tercer lugar se ubicó Panamá, que obtuvo $1.635 millones.
Nicaragua, aún con los problemas políticos que experimenta el Gobierno de Daniel Ortega desde el 2018, registró $1.206 millones en IED en el 2021. Honduras, por su parte, accedió a $700 millones y, en último lugar figura El Salvador con $313 millones.
Es así que Nicaragua desplazó a Honduras a la cuarta posición en tracción de inversiones.
También hay que destacar que el récord que alcanzó Guatemala en el 2021 está explicado, en buena parte, por la adquisición completa de las acciones de Tigo-Guatemala por la empresa Millicom en una operación por $2,200 millones.
En Centroamérica y República Dominicana, la IED mostró una recuperación al expandirse en 86% en 2021, muy similar a la dinámica global.
Antes de la pandemia, la recepción de la IED en la región se dividía en dos: el grupo de países del sur recibía en promedio más de $2,500 millones por año, representados por Costa Rica, Panamá y República Dominicana; mientras que los del grupo norte, no superaban los $1,000 millones, conformado por El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua, según datos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES).