El aeropuerto del Pacífico, que el Gobierno de El Salvador planea construir en el oriente del país, incluiría una “base militar” y tendría capacidad para vuelos intercontinentales, según un comunicado emitido por la Secretaría de Prensa de la Presidencia.
El proyecto es muy similar a la terminal de Palmerola en Comayagua, Honduras al menos en sus proyecciones de convertir a El Salvador en un centro de operaciones para las aerolíneas (hub), transportar tres millones de pasajeros al año y tener una base militar en su zona de construcción.
Funcionarios del gobierno salvadoreño participaron en una presentación del consorcio Peyco-ALBEN 4000 sobre el componente económico-financiero del estudio de factibilidad que se lleva a cabo para este proyecto, de acuerdo con las publicaciones hechas en cuentas oficiales.
Después de la reunión se emitió un comunicado que agrega la “base militar”, algo que nos e contempla en la propuesta.
Ni el comunicado ni las publicaciones en las redes sociales del Gobierno, durante la presentación del avance del documento, explican sobre el componente militar del nuevo aeropuerto.
La administración de la terminal sería a través de una sociedad de economía mixta, dejó entrever el presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), Federico Anliker. “El estudio económico-financiero lo que nos dice es que la vía más rápida y la más beneficiosa para el país es una sociedad de economía mixta”.
Anliker dijo que el lugar donde se construirá el nuevo aeropuerto ya ha sido seleccionado, pero que será el presidente Nayib Bukele quien dé a conocer la ubicación exacta.
CEPA convocó al concurso público para seleccionar a la firma que elaborará el estudio de factibilidad del proyecto en marzo de 2020. En enero de 2021, el consorcio Peyco-ALBEN 4000 realizó la primera visita al país. El reporte presentado esta semana es el último avance del estudio de factibilidad. Según Anliker, ahora se procederá a elaborar el diseño y en paralelo “estamos hablando con distintos interesados que quieran construir el aeropuerto o que quieran operar el aeropuerto”.
El estudio de impacto ambiental estaría listo en el primer trimestre de este año. “Se han ido cumpliendo los tiempos, ha sido un trabajo 24/7, mucho trabajo de campo, este proyecto va porque va”, aseguró Anliker.
De acuerdo con el Plan Cuscatlán, el diseño constructivo del nuevo aeropuerto debía ser elaborado entre junio y diciembre de 2019; mientras que los estudios legales, técnicos, financieros y de mercado tenían que prepararse entre junio de 2019 y mayo de 2020. La obra debía estar entregada en mayo de 2021.
Alternativa de ubicación
Al consorcio a cargo del estudio de factibilidad del nuevo aeropuerto se le encargó u estudio que incluyera alternativas de ubicación del proyecto, acceso por carretera, disponibilidad de terrenos, afectación de recursos naturales, impacto social, la geología de la zona oriental, topología, costos preliminares de la inversión y un anteproyecto de ingeniería básica.
También debía preparar un estudio de mercado en donde se pueda medir la demanda de las aerolíneas y de pasajeros, la demanda de potenciales clientes para el área comercial y la proyección de tráfico aéreo. Se le pidió, además, un estudio económico y financiero, plan de financiamiento y si el proyecto debería ser ejecutado por el Estado o hacerse a través de un asocio público-privado (APP).