La calificadora de riesgo Moody’s mantuvo el miércoles su perspectiva “negativa” para el sistema bancario mexicano, argumentando que existe una fuerte relación entre la calidad crediticia soberana y la de las instituciones de crédito.
La agencia, que conserva en “Baa1” con perspectiva “negativa” la nota soberana de México, explicó que la actividad económica del país latinoamericano tardará más de dos años en alcanzar los niveles previos a la pandemia, lo que afectará tanto a bancos como a deudores.
“Los riesgos de activos aumentarán ante medidas de apoyo limitadas y la finalización de los períodos de gracia”, aseguró Moody’s en un comunicado. “Pero serán mitigados gracias a las elevadas reservas para pérdidas crediticias creadas en 2020 y un adecuado nivel de capitalización”.
La banca mexicana otorgó opciones de diferimiento en el pago de créditos a personas y empresas que habían visto afectados sus ingresos por la pandemia, y al mismo tiempo recibió facilidades de los reguladores sobre sus requerimientos de liquidez, medidas que estarían vigentes al menos hasta julio.
La calificadora añadió que el amplio poder de fijación de tasas que tienen los bancos en México y la reanudación en el crecimiento de créditos de industrias exportadoras podrían beneficiar la rentabilidad del sector.
Moody’s dijo a finales de febrero que persistían los riesgos para la calificación de México, sin embargo, proyectó una recuperación económica más acelerada este año y revisó su pronóstico de expansión para el PIB local de 2021 a un 5.5%, desde un 3.5% previo.
La agencia también mantuvo su perspectiva “negativa” para el sistema financiero chileno, pero elevó a “estable” desde “negativo” su panorama para los de Brasil y Perú, ante la recuperación económica esperada.