Un nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático demuestra que las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas son responsables de un calentamiento del planeta en un 1,1° grados centígrados desde el periodo 1850-1900 hasta la actualidad.
Más alarmante es el hecho de que el estudio predice que se espera que la temperatura global alcance o supere los 1,5 °C o más de calentamiento en los próximos 20 años.
Los datos apuntan a que el calentamiento global crecerá 1,5ºC para las próximas dos décadas y no para 2050, como lo había previsto el Acuerdo de París, teniendo como consecuencia un crecimiento de los océanos 2,5 veces más rápido que en el siglo pasado. Esto, porque las concentraciones de dióxido de carbono son las más altas registradas en los últimos dos millones de años.
El informe, en el que participaron 234 expertos de 66 países, analizó más de 14.000 artículos científicos y referencias publicadas hasta el momento, para realizar una síntesis sobre los estragos que han causado los seres humanos en el cambio climático y los posibles escenarios futuros de la incidencia de los gases efecto invernadero.
Según el estudio hecho por los profesionales, se estima que el metano es el principal causante del calentamiento global, pues la temperatura actual es 1,1ºC más alta debido a las emisiones vertidas en el aire desde el siglo XIX y, si los cielos no estuvieran llenos de contaminantes y radiación solar, la tasa habría sido 0,5ºC.
Uso de petróleo y aerosoles
Los datos apuntan a que las emisiones de combustibles fósiles y aerosoles son responsables de 30% del aumento en las temperaturas a nivel mundial y, según Climate Action Tracker, los escenarios actuales conducirían a un calentamiento de entre 2,7°C y 3,6°C para el año 2100.
Según el Ipcc, es necesario reducir los gases de cualquier tipo para evitar un calentamiento catastrófico, pues estos ya son lo suficientemente elevados como para producir efectos a corto plazo, es decir un estimado a décadas y no a siglos.
Los hallazgos aseguran que la última década fue la más calurosa que cualquier otro periodo de los últimos 125.000 años, momento en el que el mar era hasta 10 metros más bajo. La agricultura y combustibles han sido los principales elementos que han contribuido a una concentración de metano y óxido nitroso, superando cualquier punto en los últimos 800.000 años.
De acuerdo con Antionio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, el informe es tan solo una alerta con datos consolidados y debe convertirse en ‘sentencia de muerte’ para el uso del carbón y combustibles como la gasolina, el diesel y los derivados del petróleo, que destruirán el planeta de forma mucho más rápida que la prevista por los científicos.
El documento además precisa que luego de haber ignorado por décadas las advertencias sobre la preservación del medio ambiente, ahora se está evidenciando un aumento en el ritmo de afectación para el clima en el planeta Tierra, por lo que fenómenos como los patrones de lluvia, ciclones e incendios forestales se están volviendo más destructivos y continuarán en una tendencia al alza durante los próximos años.
“Casi la mitad de las emisiones causantes del cambio climático resultan de nuestra manera de producir y utilizar los productos y alimentos, por eso, aunque la transición a las energías renovables y el aumento de la eficiencia energética serán esenciales para hacer frente a este fenómeno, lo cierto es que la transición a una economía circular es el pilar fundamental de la transformación”, comentó Luisa Santiago, líder de la fundación Ellen MacArthur para América Latina.
Santiago además precisó que los gobiernos latinoamericanos y las empresas de la región ya están considerando migrar a una economía circular, es decir, a una estrategia que busca reducir la entrada de materiales vírgenes a las fábricas.
Entre los efectos, la investigación apunta a que las olas de calor se han vuelto más intensas desde 1950, producidas en su mayoría por la incidencia humana pues algunos extremos calientes registrados habrían sido ‘extremadamente improbables’ si no fuese por los humanos. Además, con el paso del tiempo se ha visto una creciente tendencia de incendios forestales alrededor del mundo. El Amazonas, California, Australia y los incendios que desde hace varios días se vienen presentando en Grecia y Turquía son algunos de los hechos que lo reflejan.
El informe apunta a que hay varios impactos en el ambiente que ya no pueden evitarse, como el crecimiento del nivel del mar tras el derretimiento continuo del permafrost en el Ártico. Pese a ello, las acciones enérgicas pueden ralentizar ese fenómeno y, de esa forma, preservar las especies que habitan en esos ecosistemas. Si el calentamiento global se limita a 2ºC, se prevé que el nivel del mar aumente solo entre dos y seis metros durante los próximos 2.000 años, pero si se permite continuar con la tendencia acelerada, para el mismo periodo, podría crecer entre 19 y 22 metros y seguirá aumentando en los milenios siguientes.
El mensaje central del informe apunta a que, en las soluciones para evitar un cambio climático abrupto, se debe priorizar el no aumento de la fracción de grados mayor a 0,5°C y se deberá mantener en 1,5°C, pues los objetivos de cero emisiones netas de cada país no son suficientes, por lo que la eliminación de combustibles fósiles, cantidades de Co2 en la atmósfera, además de un mayor control en la industria del gas, pueden configurar la única solución a la problemática, que de ser así, verá avances positivos en 20 años.