El mayor gasto público obliga a elevar la meta de recaudación de ingresos tributarios para este año, en especial sobre la renta (ISR) que pagan los asalariados (25% para sueldos de más de 16.00 lempiras al mes) y las empresas (30 y otros cragos).
La meta del ISR para este año es de “37.093 millones de lempiras”, unos 3.400 millones más que la meta fijada para el 2018 (33.690 millones de lempiras).
Este es el segundo mayor impuesto que se aplica en el país, después del 18% de impuestos sobre ventas que reporta más de 40.000 millones de lempiras al año.
De acuerdo con la ministra del Servicio Nacional de Rentas (SAR), Miriam Guzmán, la recaudación del ISR aumentó unos 2.000 millones el año pasado por un mayor registro de empresas.
Por esa razón las expectativas son mayores para este año basado en un mayor número de contribuyentes. “Más de 240.000 inscritos en el régimen de facturación y, a pesar de la baja en el 1.5% (cargo adicional al ISR)”.
Señaló que la nueva meta no incluye “más impuestos, como no lo ha existido en los últimos cinco años. Sino que viene por aumento de la base de contribuyentes y un servicio más eficiente por parte del SAR teniendo procesos de fiscalización mucho más acertados”.
La última gran reforma tributaria se aprobó en 2014 cuando se aumentó del 12 al 15% el impuestos sobre ventas y hasta 18% en el caso de las bebidas alcohólicas y los pasajes aéreos.