A sus 57 años, Jeff Bezos, el hombre más adinerado del mundo, deja este lunes (5.07.2021) su cargo de director general a Andy Jassy, actual responsable de la AWS (Amazon Web Services), la rama en la “nube” (servicios en remoto) del grupo.
Tras haber creado, a partir de una modesta librería en línea, una de las empresas más pujantes del planeta, Bezos se dedicará a otros proyectos, pero conservará un rol clave en la empresa, como presidente ejecutivo de su consejo de administración.
Celebrado por las múltiples innovaciones que cambiaron completamente sectores económicos enteros, Bezos también ha sido vilipendiado por ciertas prácticas comerciales con tendencia a deshacerse de la competencia o por el tratamiento de los asalariados.
Lanzada desde el garaje de Bezos hace 27 años, Amazon tiene hoy un valor de más de 1,7 billones de dólares en Bolsa y sus ingresos fueron de 386.000 millones en 2020. Es un grupo tentacular, que va del comercio en línea a la informática en la nube, pasando por la inteligencia artificial y la producción de películas.
La empresa ha superado a sus rivales al decidir durante los primeros años reinvertir todas las ganancias en su crecimiento, le celebran expertos en innovación tecnológica. Además de haber comprendido la necesidad de construir las infraestructuras, estableciendo una vasta red de camiones, depósitos o aviones.
Incluso tras haber cedido a su exesposa una parte de sus acciones en Amazon tras su divorcio, Bezos tiene actualmente unos 200.000 millones de dólares, según la revista Forbes.
Jeff Bezos conserva una posición relevante en Amazon, apunta al espacio con Blue Origin, es dueño de The Washington Post y dice que quiere aportar contra el cambio climático.
Nueva era: turismo espacial
Deja la gestión diaria de su empresa para pasar más tiempo dedicado a sus otros proyectos, como la sociedad Blue Origin -que hará su primer vuelo de turismo espacial el 20 de julio con Bezos a bordo. El hombre de negocios también es dueño del diario The Washington Post y ha dicho que quiere dedicar tiempo y dinero a la lucha contra el cambio climático.
Se va en un momento en que Amazon, que emplea a más de 800.000 personas en Estados Unidos, tras haber visto a su actividad despegar aún más durante la pandemia, enfrenta numerosas críticas de parte de los defensores de los trabajadores y los reguladores.
Amazon destaca que ofrece un salario mínimo de 15 dólares la hora y otras ventajas, pero los críticos denuncian regularmente la obsesión con la eficacia aún a riesgo de tratar a los trabajadores como máquinas.
En su última carta anual a los accionistas en abril, y tras conocerse un intento de sindicalización en un depósito del grupo en Alabama, Bezos reconoció que la empresa debía mejorar para sus empleados y prometió que Amazon se convertiría en “el mejor empleador de la Tierra”.
Pero inquietos por la influencia creciente de los gigantes de la tecnología en sectores enormes de la economía, los reguladores estudian medidas que podrían llevar a desmantelar parcialmente Amazon. Aunque, aún si el grupo debe dividirse en varias entidades, no faltan los analistas que les auguran éxito por separado