La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, anunció el lunes por la noche que el país enviará 310 millones de dólares adicionales a Centroamérica «para ayuda humanitaria y para abordar la inseguridad alimentaria».
De estos, $255 millones se destinarán a ayuda humanitaria y $55 millones se destinarán a abordar la inseguridad alimentaria en la región.
“A la luz de la terrible situación y el agudo sufrimiento que enfrentan millones de personas en El Salvador, Guatemala y Honduras, la vicepresidenta Harris anunció $310 millones adicionales en apoyos del gobierno de Estados Unidos”, indicó la Casa Blanca en un comunicado.
Harris fue elegida por el presidente Joe Biden el mes pasado para liderar los esfuerzos en Centroamérica en el contexto de la llegada de un número creciente de inmigrantes, muchos de los cuales son de la región, a la frontera sur de los Estados Unidos que han agotado los recursos del gobierno.
Crisis en Centroamérica
La pandemia de coronavirus ha cobrado un precio dramático en América Latina pues los casos de covid-19 y las muertes se han disparado y varias economías que alguna vez se proyectó que crecerían han quedado diezmadas. La región también se vio afectada por dos devastadores huracanes.
Se prevé que la disminución del crecimiento económico en 2020, según el Servicio de Investigación del Congreso, empeore la desigualdad de ingresos y la pobreza en la región.
El anuncio del lunes se produce horas después de que Harris se reuniera virtualmente con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei.
Según una declaración de la portavoz de Harris, Symone Sanders, los dos líderes “comprometidos a fortalecer los esfuerzos bilaterales para gestionar la migración de manera ordenada y humana de acuerdo con las leyes nacionales e internacionales, coincidieron en la necesidad de establecer canales ordenados y legales para los migrantes y coincidieron en la importancia de generar oportunidades económicas en la región que beneficien a ambos países”.
Los republicanos ya han utilizado la asignación de Harris para pintarla como la cara del problema y han cuestionando que no haya visitado la frontera. Algunas de las críticas más duras llevaron a la Casa Blanca a dejar en claro varias veces que el papel de la vicepresidenta se limita a los esfuerzos diplomáticos para frenar el flujo de migrantes, y no a la totalidad del problema.