El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, anunciará oficialmente su plan de estímulo este jueves 14 de enero y los analistas esperan un aumento en las inversiones.
Es casi seguro que el plan incluirá una disposición para aumentar el monto de la segunda ronda de cheques de estímulo que pasaría de 600 a 2.000 dólares, aún no está claro si los requisitos de elegibilidad para los pagos mayores cambiarán.
Se incluirá más ayuda estatal y local -una disposición que quedó fuera del paquete más reciente de 900.000 millones de dólares a raíz de las objeciones del Partido Republicano-, de acuerdo con Bloomberg, así como una mayor expansión de los beneficios federales intensificados por el desempleo.
De igual forma, se destinará más dinero para la distribución de vacunas, las escuelas, asistencia de alquiler, ayuda para las pequeñas empresas, así como para créditos fiscales, con disposiciones extraídas de un proyecto de ley de 3.4 billones de dólares que la Cámara de Representantes aprobó en mayo y que el Senado republicano ni siquiera consideró.
El éxito del plan de Biden dependerá del apoyo total de cada senador demócrata tras las elecciones de segunda vuelta de la semana pasada en Georgia, con el control del Senado ahora dividido 50-50. Ante esto, Joe Biden no puede perder ni un voto demócrata en un plan de gasto masivo al que casi todos, si no todos, los republicanos seguramente se opondrán.
La presión por los cheques de 2.000 dólares ya se enfrenta a un rechazo del senador Joe Manchin, un demócrata conservador cuyo voto será crítico y que señaló la semana pasada que podría oponerse a los cheques más grandes, dirigidos a aquellos que han perdido sus empleos e ingresos.
Tampoco está claro que todas las ‘demandas costosas’ que anhela Biden y los demócratas (incluida la ayuda estatal y local que dicen que es fundamental para la recuperación), caigan bajo el paraguas de la reconciliación, lo que significa que 60 votos y el apoyo republicano serán necesarios para aprobar esas disposiciones.
En respuesta al informe de empleo de diciembre de la semana pasada, que mostró una pérdida de 140.000 puestos, Biden explicó: “La conclusión es que necesitamos brindar un alivio más inmediato para las familias trabajadoras y las empresas“.
Biden planea retrasar su programa de impuestos e infraestructura de 3 billones de dólares, un elemento básico de su campaña, hasta la primavera para permitir que el Congreso se concentre en el gasto de estímulo inmediato, informó Axios. Ese plan también podría considerarse bajo las reglas de conciliación presupuestaria y solo requeriría una mayoría simple para ser aprobado.
Un plan bajo presión
En Link Securities dicen que, “no obstante, la aprobación de este paquete, sobre todo en el Senado, no va a ser ‘un paseo’”, y no solo por la oposición del senador Manchin.
“De no alcanzar finalmente el programa la mayoría necesaria, algo que dudamos que vaya a ocurrir, este hecho podría provocar caídas importantes en los mercados, que ya descuentan el mismo, ya que demostraría que no va a ser tan fácil para la nueva Administración estadounidense aplicar su programa a pesar de que el partido demócrata controla ahora las dos cámaras”, añaden estos expertos.
Por otra parte, los demócratas de la Cámara de Representantes presentaron artículos de juicio político contra el presidente Trump, luego de la violenta insurrección en el Capitolio de Estados Unidos ocurrida la semana pasada, que dicen avanzará si falla una medida paralela para destituir a Trump de su cargo a través de la Enmienda 25.
En tanto, el líder de la mayoría de la Cámara, James Clyburn, declaró que si una votación sobre el juicio político es aprobada por la Cámara esta semana, es posible que se retrase el envío del asunto al Senado para permitir que la incipiente administración de Biden se concentre en sus propias prioridades. —La primera enfocada en la legislación de estímulo y confirmación de nuevos miembros del gabinete— en sus primeros 100 días.