La Unión Europea podrá imponer aranceles a $4.000 millones en bienes estadounidenses en respuesta a los subsidios concedidos por Washington al fabricante de aviones Boeing, tras habérsele sido reconocido este derecho en un fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) hecho público el martes.
La decisión amenaza con avivar las tensiones comerciales a ambos lados del Atlántico a tres semanas de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, aunque también podría ayudar a resolver una batalla legal que ya dura 16 años, según aseguran los principales negociadores de los dos países.
Tanto Estados Unidos como la UE han mostrado interés en resolver la disputa sobre los subsidios que cada uno proporcionó a sus respectivos fabricantes de aviones, Boeing y Airbus , mientras se acusan mutuamente de no querer sentarse a negociar el asunto en serio.
La decisión de hoy, retrasada por la pandemia de covid-19, sigue a una resolución de la OMC del año pasado que permite a Washington imponer aranceles sobre $7.500 millones en bienes de la UE por los apoyos estatales dados a Airbus, que tiene sedes en Reino Unido, Francia, Alemania y España.
Combinados, los dos casos conforman la mayor disputa comercial corporativa de la historia.
Desde entonces, Washington ha tomado medidas para revocar exenciones fiscales que beneficiaron a Boeing, mientras que Airbus ha anunciado que aumentará los reembolsos del préstamo para el avión A350 a Francia y España en un intento para resolver el asunto.
La Comisión Europea ha dicho que preferiría una solución negociada, pero que impondría aranceles si no se alcanza.
Ya ha elaborado una extensa lista de productos estadounidenses sobre los que podría imponer aranceles, incluyendo vino, licores, maletas, tractores, pescado congelado y una gama de productos agrícolas que van desde cebolla deshidratada hasta las cerezas.
La UE también podría añadir aranceles a otros $4.000 millones de productos estadounidenses sobrantes de un caso anterior de la OMC, lo que le daría una potencia de fuego similar a la que consiguió Washington con el fallo de la OMC del año pasado.