La economía de Rusia se contrajo un 2,1% el año pasado, desafiando los peores temores de una recesión mayor, ya que el aumento de las exportaciones de materias primas ayudó a compensar el impacto de las sanciones impuestas por Estados Unidos y Europa por la invasión a Ucrania.
El resultado preliminar fue mejor que el descenso del 3% que los funcionarios esperaban a principios de otoño y muy lejos de la caída del 10% que algunos pronosticaron cuando las sanciones llegaron por primera vez hace poco más de un año.
Los sectores más afectados fueron el comercio mayorista y minorista, así como la industria manufacturera y el transporte, según informó el lunes el Servicio Federal de Estadística, mientras que la minería, la agricultura, la construcción y el gasto público crecieron el año pasado.
El banco central ruso prevé que el crecimiento se reanude este año. Bloomberg Economics calcula que la economía perderá $190.000 millones de producto interno bruto de aquí a 2026 en relación con su trayectoria anterior a la guerra.