El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un crédito de $250 millones para El Salvador, bajo la modalidad de “Financiamiento Especial para el Desarrollo”, que servirá para financiar medidas de combate al covid-19 y mitigar su impacto.
El crédito contempla compromisos de las autoridades para reducir el déficit fiscal, focalizar la inversión pública en áreas de alta relevancia para la reactivación económica y mantener una economía competitiva y transparente, una vez que se supere la emergencia sanitaria, según un comunicado de prensa del BID.
Este es uno de tres préstamos con el organismo multilateral que contempla el Gobierno como estrategia de financiamiento para la crisis, los otros dos empréstitos son: otro que también es de $250 millones y uno de $50 millones, de acuerdo al Ministerio de Hacienda.
Asimismo, el Estado tiene otros créditos en la mira, la mayoría con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y uno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al igual que una eventual colocación de bonos en los mercados internacional para obtener recursos de inversionistas. De esta manera se completarían los $3,000 millones que la Asamblea Legislativa ya aprobó, aunque faltan otros procedimientos, por ejemplo la ratificación de los créditos.
El crédito del BID en cuestión tiene un plazo de amortización de siete años, un período de gracia de tres años y una tasa de interés basada en LIBOR
Analistas han advertido que pese a que el país está casi forzado a buscar financiamiento para enfrentar la crisis, el endeudamiento podría crecer a niveles de alrededor de 90 % del producto interno bruto, lo que pondrá en aprietos al Gobierno en los próximos años, pues el pago de deuda tendrá un peso más fuerte en el presupuesto, lo que dejará menos dinero para otras áreas.