La ministra de Finanzas, Rocío Tábora, estimó que el impacto fiscal de la amnistía tributaria de tres meses y el incentivo de 10% en el pago del impuesto sobre la renta, para las pequeñas y mediana empresas, sería de 1.500 a 2.000 millones de lempiras.
La funcionaria aclaró que el monto final dependerá de la forma en que se los pequeños comerciantes apliquen a la misma, ya que la condición es que mantengan los empleos por el tiempo que dure la crisis sanitaria del coronavirus.
Sobre el bono de 6.000 lempiras para los trabajadores suspendidos en su labores, dijo que sería de un fondo tripartito del gobierno, empresarios y el RAP, pero no detalló el mecanismo de captación de ese fondo. El impacto dependería del número de empleados suspendidos por la crisis Covid-19.
“En principio, hemos calculado un impacto global en las finanzas públicas de aproximadamente entre 1.500 y 2.000 millones de lempiras ¿de qué va a depender el impacto? Bueno, pues va a depender de cómo los empresarios se acojan a los mecanismos que hemos abordado con ellos, o sea, un mecanismo es que el empleador pague la plantilla como siempre”, señaló.
“Si se mantiene el número de empleados, el empresario podrá entonces deducir de los Impuestos Sobre la Renta que ya ganó el año pasado y que, lo deduciríamos en un porcentaje importante de ese pago, o sea, para nosotros lo más importante es proteger el empleo”, agregó.
Tábora reconoció que el impacto para las empresas es alto, pero que esperan que el apoyo tributario permita mantener el mayor número de empleos posible.
Sobre el auxilio temporal de 6.000 lempiras por cada trabajador, respondió que saldría de un esquema tripartito del Gobierno, empresarios y del RAP.
Se necesitarán otras medidas
Para el ex secretario de Finanzas, Arturo Alvarado, se tendrá que conocer el proyecto de ley de los incentivos para conocer cuáles son las empresas que el SAR considera pequeñas y medianas empresas y así evaluar el impacto.
“Hasta ahorita, la mayoría de los empresarios han efectuado el pago de las planillas de sueldos y otros gastos relacionados con la operación, pero obviamente que va a llegar un momento que los recursos financieros se van a agotar”, estimó.
Para el financista, habrá que buscar algún mecanismo para que los negocios puedan recibir un alivio en cuanto a sus necesidades de flujo de caja, porque las reservas de efectivo se van agotando.
De no tener apoyo directo del Gobierno las empresas van a suspender empleos, advirtió Alvarado, ya que el costo de las planillas será mucho mayor al pago de impuestos.
“Si no quitamos esa incertidumbre y no empezamos a tomar medidas para ir permitiendo que los negocios poco a poco, bajo control de medidas sanitarias, se nos puede venir un problema adicional. Que algunas empresas comiencen a despedir personal no porque lo quieran, sino porque no tienen los recursos para el pago de las planillas y eso llevará a más gente en la calle”, apuntó.
El aporte de recursos de organismos internacionales como el FMI, BM, BCIE y BID, será clave para sostener las medidas económicas que se necesiten para evitar mayor contagio del Covid-19 y mantener los empleos actuales.
El desempleo en Honduras, previo a la crisis, afectaba a mas del 60% de la PEA (Población Economicamente Activa), con un desempleo abierto de 5,7% (más de 300.000 personas) y 2.5 millones con un subempleo.