Las finanzas públicas cerraron un 2019 con pocos logros. Aunque el déficit fiscal fue menor al 1% del PIB (Producto Interno Bruto, o valor de la producción nacional de bienes y servicios), se registró una caída en la meta de ingresos tributarios y un aumento de la deuda pública (externa e interna).
Además bajó la inversión pública, tanto en la proyección original como en la ejecución por los diferentes proyectos gubernamentales.
La ministra de Finanzas, Rocío Tábora, presentó las cifras preliminares de cierre fiscal 2019, destacando que el déficit fiscal (ingresos vs gasto) del gobierno central fue de 0,9% del PIB, un “sexto año consecutivo de estar por debajo del 1%”.
Sin embargo, esa sería la única meta a destacar y con un alto costo. Y es que el gasto se cubrió con el aumentó del endeudamiento un 6%, además que no se cumplieron las metas de recaudación ni de inversión pública.
La deuda pública, sostienen las autoridades de Finanzas, cerró en un 44,9% del PIB (el 26 de diciembre estaba en un 49%), con más de 7.000 millones de dólares de deuda externa y más de 4.000 millones en deuda interna.
Finanzas destaca que el pago de la ENEE a proveedores cerró “sin atrasos” en el pago de facturas, pero no se redujo la deuda histórica que supera los 59.000 millones.
En relación a la meta de los ingresos corrientes (tributarios y no tributarios), bajó en 4.000 millones de lempiras. “De una meta de 114.250 millones, se recaudaron 110.242 millones de lempiras”.