Después de la declaratoria de bancarrota, en septiembre del año pasado, los fundadores de la firma estadounidense de moda Forever 21 acordaron vender sus activos y evitar el cierre total de tiendas.
La pareja coreana-estadounidense Do Won Chang y Jin Sook Chang han acordado vender los activos restantes de su imperio de moda en bancarrota Forever 21, que llegó a obtener $4 mil 400 millones en ingresos en su punto máximo, por tan solo 81 millones de dólares.
De acuerdo con una declaración de la corte de bancarrota, los propietarios más grandes de Forever 21, Simon Property Group y Brookfield Asset Management, así como Authentic Brands Group, han llegado a un acuerdo con la compañía.
El consorcio está compitiendo para comprarlo a menos que otro postor haga una oferta antes del viernes. La venta está pendiente de la aprobación de un juez.
La firma operó en Honduras, pero ahora solo mantiene presencia en Guatemala.
Origen humilde
Los Chang, que alcanzaron una fortuna de casi $6 mil millones en 2015, tuvieron un comienzo humilde. Emigraron a los Estados Unidos desde Corea del Sur en 1981 con poco dinero y sin educación universitaria.
Al principio, Do Won tenía tres trabajos, que incluían trabajos de limpieza, bombear gasolina y trabajar en una cafetería, mientras que Jin Sook trabajaba como peluquero. Comenzaron a realizar su sueño americano tres años después, abriendo su primera tienda de ropa, Fashion 21, en Los Ángeles con $11 mil que tenían en ahorros.
La tienda fue un éxito, recaudando $700.000 dólares en ingresos en su primer año. Los Chang siguieron adelante, abriendo una nueva tienda cada seis meses.
Para 2011, la compañía tenía 480 tiendas en todo el mundo y más de $2 mil millones en ingresos; Forbes estimó su patrimonio neto en $2.200 millones de dólares, lo que los ubicó el en ranking de más ricos del mundo.
En los próximos cuatro años, el patrimonio neto de la pareja casi se triplicó a $6 mil millones mientras abrían 300 tiendas más, dirigidas a adolescentes de todo el mundo en ciudades como Tokio, Ámsterdam, Riad y Sao Paulo. Los Chang establecieron objetivos aún más elevados, con el objetivo de hacer de Forever 21 un negocio de $8 mil millones para 2017. Sus hijas, Esther y Linda, también se unieron a la compañía.
Pero el negocio cayó en medio del apocalipsis minorista por cuenta del comercio electrónico. En 2016, las ventas disminuyeron un estimado del 10% a $4 mil millones, rematadas por otro descenso del 15% a $3 mil 400 millones al año siguiente.
Mientras que competidores como Zara y H&M continuaron prosperando invirtiendo en sus ofertas en línea y produciendo nuevos diseños a altas velocidades, Forever 21 se quedó atrás. La compañía redujo su rápida expansión y el patrimonio neto de los Chang se redujo a la mitad a $3 mil 100 millones para 2018.
En julio de 2019, los Chang abandonaron la lista de multimillonarios de Forbes, solo dos meses antes de que su empresa se declarara en bancarrota.
En octubre, la compañía anunció que cerraría cerca de 200 tiendas en los Estados Unidos todas sus ubicaciones japonesas para ahorrar en gastos de arrendamiento. Ya se han realizado varios cierres importantes en mercados asiáticos como Taiwán y Hong Kong.
La compañía dio un tono optimista en su carta de vacaciones, asegurando a sus clientes que Forever 21 “es más fuerte que nunca”, probablemente esperando un acuerdo de reestructuración en lugar de una venta directa.
Tal como están las cosas, los Changs, dueños de Forever 21 en su totalidad, recibirán $81 millones del acuerdo pendiente, pero cederán el control de lo que crearon hace 36 años.