Autoridades de México, Canadá y China advirtieron que la amenaza de Donald Trump de imponer altos aranceles a los productos de los tres principales socios comerciales de Estados Unidos perjudicaría a las economías de todos los implicados, podría agravar la inflación y dañar los mercados laborales.
En las respuestas iniciales al sorpresivo anuncio de Trump del lunes de imponer un arancel del 25% a las importaciones de Canadá y México y un gravamen adicional del 10% a los productos chinos hasta que tomen medidas drásticas contra las drogas ilícitas y los migrantes que cruzan la frontera, los líderes y otros altos funcionarios instaron al diálogo y la cooperación.
“A un arancel, vendrá otro en respuesta, y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes”, dijo la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, en una rueda de prensa diaria, en la que dijo que planeaba enviar una carta a Trump y hablar con él para discutir el tema.
Un funcionario del Banco de Canadá, por su parte, dijo que estaba claro que cualquier movimiento de Trump para cumplir la amenaza repercutiría en ambos lados de la frontera norte de Estados Unidos.
“Lo que sucede en Estados Unidos tiene un gran impacto en nosotros, y algo así claramente tendría un impacto en ambas economías”, sostuvo el vicegobernador Rhys Mendes.
Antes, un portavoz de la embajada de China en Washington dijo: “Nadie ganará una guerra comercial o una guerra arancelaria”.
Hasta septiembre, los datos del Departamento de Comercio estadounidense mostraban que los tres países habían enviado más de un billón de dólares en mercancías a Estados Unidos en los nueve primeros meses del año, con México en primer lugar, seguido de China y luego Canadá.
Drogas
Trump, que asumirá el cargo el 20 de enero, había anunciado durante toda su campaña que impondría aranceles a socios comerciales de Estados Unidos.
Imponer aranceles a las importaciones fue uno de los principales ejes políticos durante su primer mandato de cuatro años y, como ahora, también había amenazado con hacerlo por motivos no económicos. En 2019, amenazó con aranceles del 5% a México para lograr su cooperación en el endurecimiento de los controles fronterizos.
En el caso actual, el flujo hacia Estados Unidos de drogas ilícitas, sobre todo fentanilo, se sumó a los conflictos con los tres países. De hecho, el número de muertes en el país por sobredosis de fentanilo disminuyó en 2023, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, aunque casi 75.000 personas siguieron sucumbiendo al potente opioide.
En relación con China en concreto, Trump dijo en una publicación en sus redes sociales: “Hasta que dejen de hacerlo, cobraremos a China un arancel adicional del 10%, por encima de cualquier arancel adicional, sobre todos sus muchos productos que lleguen a los Estados Unidos de América”.
No estaba del todo claro lo que esto significaría para China, ya que antes había prometido poner fin al estatus de país más favorecido del gigante asiático y aplicar aranceles a las importaciones chinas superiores al 60%, mucho más altos que los impuestos durante su primer mandato.
Los nuevos aranceles con los que amenaza Trump parecen violar los términos del Acuerdo Comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (TMEC). El republicano aprobó el tratado en una ley, que entró en vigor en 2020 y continuó el comercio en gran medida libre de aranceles entre los tres países, pero el trato expira en 2026.
Warren Murayama, exasesor general del Representante de Comercio de Estados Unidos bajo la presidencia de George H. W. Bush, dijo que la amenaza de Trump podría llevarse a cabo con relativa facilidad haciendo una declaración de emergencia nacional, lo que desbloquearía la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional.
El ataque de Trump a última hora del lunes hizo caer las divisas mexicana y canadiense, aunque los mercados bursátiles estadounidenses se tomaron en gran medida el acontecimiento con calma, ya que muchos inversores lo vieron más como una apertura para una negociación más que como una certeza.
Las acciones de algunas empresas consideradas especialmente vulnerables, como los fabricantes de automóviles Ford y General Motors, cayeron con fuerza.
“Dado que la publicación hace una referencia explícita al flujo de personas y drogas a través de las fronteras sur y norte, sugiere que esta amenaza arancelaria específica es más una herramienta de negociación que un intento de elevar los ingresos”, dijo Thomas Ryan, economista para América del Norte de Capital Economics.
“Deja la puerta abierta a que Canadá y México presenten un plan creíble en los próximos dos meses para intentar evitar esos aranceles”.