La falta de limpieza del embalse y reclamos de la empresa contratista Sinohydro de garantía de pagos por 31 millones de dólares, tiene semiparalizada la construcción final de la represa Patuca III.
Ambos contratos, limpieza de embalse y obras del tapón del túnel de desvío, tenían que ser entregados este año para el inicio de las pruebas en el primer trimestre del 2019 y su operación a medidos del año.
Este retraso pudo ser evitar y al no hacerlo representa “37 millones de dólares en compras anuales de energía para la zona de Olancho”, donde se construye la obra, aseguró la ex directora de la Unidad de Proyectos de Energía Renovable (UEPER), Claudia Aguilar.
La ex funcionaria, quien fue separada del cargo el mes pasado, consideró que sus reclamos para agilizar las obras y los pagos pudieron generar su separación.
Este es un contrato llave en mano que cuenta con capital de un banco chino (ICBC), pero que no se ha cumplido con todos trámites a pesar de “contar con el dinero que yo misma solicite para terminar las obras este año”.
Tampoco se avanzó en el contrato de limpieza del embalse, cortar árboles, pasto y demás para poder hacer la inundación del embalse y concluir prueba de generación en seco.
“Nosotros que exigimos que terminarán esta labor de limpieza”, que son parte de las obras conexas del proyecto hidroeléctrico que generaría 140 megavatios de energía.
Garantías y costo de retraso
Sobre las exigencias económicas de Sinohydro, explicó que la petición de la constructora es que se le asegure el financiamiento y el pago de la última parte que suma 31 millones de dólares.
“De esto, 26 millones son garantía que se le devolverán al momento que ellos coloquen una fianza bancaria y cinco millones de dólares que son de obra. Ellos quieren que se les asegure que se les va a cumplir con el repago de este dinero”, señaló.
Aguilar aseguró que el proyecto está concluido en un 96% y por eso ya no se requiere la mayor parte del personal y ahora el retraso es por razones administrativas.
Sobre el cuestionamiento de las autoridades de la ENE a su gestión, Aguilar dijo que ella cumplió con todo el proceso y al exigir al cumplimiento de los últimos trámites fue separada.
“A mi me cambiaron de puesto y me nombraron a un cargo que no existe y por eso lo rechace. Tengo la documentación de los avances y las solicitudes para agilizar la conclusión de este importante proyecto hidroeléctrico”, concluyó.