La calificadora de riesgo Moody’s rebajó la calificación de riesgo de Panamá y la ubicó de Baa3 desde Baa2. Esta medida se da como resultado de la “ausencia de una “respuesta efectiva” de las autoridades para hacerle frente a los desafiós fiscales estructurales que han tenido un aumento.
Otro de los motivos por los que bajó la calificación a Baa3 es el gasto público y la reducida base de ingresos tributarios del país centroamericano.
Sobre este gasto, dice que la nómina estatal representa, hasta la fecha, más de 30% del consumo total y se espera que este siga creciendo por cuenta de las alzas en los salarios.
También se suman subsidios y transferencias realizadas con el fin de hacerle frente al descontento social y el gasto que se le asigna al sector educativo. Este último pasó de 6% a 7% del PIB.
Con relación a los ingresos fiscales, Moody´s aseguró en su informe que estos han venido registrando una disminución desde 2017 y han alcanzado un promedio de 7,6% del PIB hasta 2022.
JPMorgan alerta sobre pérdida de grado inversión
Por otra parte, JPMorgan pronosticó que Panamá podría perder el grado de inversión frente a la posibilidad del cierre del proyecto minero que suscribió el Estado con la canadiense First Quantum Minerals, y que ha generado protestas públicas.
De acuerdo con los expertos, uno de los escenarios que se baraja es la renegociación del acuerdo y que el gobierno consiga pactar con First Quantum nuevos términos que logren calmar un poco los ánimos entre la sociedad panameña que este miércoles completa doce días en protestas.
La segunda alternativa que se puede dar es la de prescindir del contrato completamente y negociar uno nuevo, pero con otra empresa y la última opción es la del Estado asumiendo el control por completo de la mina.
En el caso de que se de alguno de los dos últimos escenarios, el Estado deberá cubrirle a la canadiense su inversión que se estima en $10.000 millones.