Conclusiones de la XVIII Conferencia Regional sobre Centroamérica, Panamá y la República Dominicana
Los gobernadores de bancos centrales, ministros de finanzas y superintendentes bancarios de Centroamérica, Panamá y la República Dominicana (CAPRD), y funcionarios del FMI se reunieron en San José, Costa Rica, los días 29 y 30 de julio para examinar las perspectivas económicas regionales y analizar las medidas de política necesarias para abordar los principales retos estructurales que enfrenta la región.
Al término de la conferencia, el Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, y el Presidente del Banco Central de Costa Rica y Presidente del Consejo Monetario Centroamericano, Róger Madrigal López, emitieron una declaración que destaca datos positivos y de riesgo para la región.
Los participantes, incluyendo Honduras, reconocieron que “los riesgos al alza para la inflación han aumentado las perspectivas de tipos de interés más altos por aún más tiempo, lo que a su vez podría incrementar los riesgos externos, fiscales y financieros en la región“. También expresaron su preocupación por el hecho de que las perspectivas de crecimiento a medio plazo en América Latina parezcan muy moderadas, especialmente en comparación con otras importantes economías de mercado emergentes, lo que refleja el continuo y débil crecimiento de la productividad en la región.
Destacan que Centroamérica y República Dominicana (CAPRD), han superado al resto de América Latina y a otros mercados emergentes con un crecimiento más robusto -se prevé que en 2024 los niveles promedio del PIB real de CAPRD sean un 17 por ciento superiores a los de antes de la pandemia, frente al 9 por ciento de América Latina y el Caribe en su conjunto- y con una convergencia más rápida hacia los objetivos de inflación.
Se prevé que el crecimiento regional se mantenga robusto en un 3,9 por ciento en 2024 -aproximadamente el doble que el de la región de América Latina y el Caribe- y que la inflación continúe su sendero descendente.
Dicho esto, los participantes señalaron los retos que plantea el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales sobre la dinámica y el servicio de la deuda de la región, con implicaciones adversas para la inversión en infraestructura y social. Subrayaron la necesidad de adoptar políticas que impulsen la productividad, entre otras cosas acelerando la inversión pública, aprovechando las nuevas reglas del sistema de comercio mundial y abordando las deficiencias respecto a las reformas estructurales.
Ingreso desigual
Pasando a las sesiones temáticas, los participantes evaluaron la convergencia de los ingresos en CAPRD y los factores que explican las marcadas diferencias de crecimiento en la región. Los niveles de ingreso per cápita en Costa Rica, la República Dominicana y Panamá han convergido a niveles similares a los de Asia Oriental y Europa del Este, mientras que en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua la convergencia ha sido limitada a pesar del crecimiento robusto.
Estas diferencias pueden asociarse a una combinación de factores complejos, como la naturaleza de los flujos de la balanza de pagos, en particular la inversión extranjera directa frente a las remesas, la dotación de factores, el tamaño de los mercados nacionales y la estabilidad política.
En la segunda sesión temática, se centraron en las políticas monetarias y cambiarias de los bancos centrales y en su eficacia, especialmente en un contexto de grandes ingresos de dólares y una mayor incertidumbre macroeconómica.
Los participantes compartieron la opinión de que, si bien las intervenciones cambiarias pueden apoyar la estabilidad del tipo de cambio a corto plazo, son costosas y pueden impedir los ajustes graduales de la política y la profundización de los mercados necesarios para absorber mayores flujos financieros que apoyen el desarrollo a largo plazo.
La tercera sesión temática analizó las tendencias de la deuda pública en CAPRD y los factores que explican los mayores costos de financiación soberano en la región, en comparación con los mercados emergentes con grado de inversión (EM-IG).
Destacaron que “la deuda pública y los déficits en CAPRD están por encima de los de los EM-IG, mientras que la recaudación de ingresos y la calidad de la gobernanza están por debajo de las de los EM-IG”. Aunque las reservas también están por debajo de los niveles de los EM-IG, se reconoció que acumular más reservas cuando se considera que están en niveles adecuados podría resultar costoso.
Hubo consenso entre los participantes en que unos marcos de política fiscal sólidos y sostenibles, una mayor movilización de los ingresos, los avances en la mejora de la gobernanza y una comunicación adecuada de las intenciones de política económica deben seguir siendo prioridades clave de los responsables económicos para mejorar la calificación crediticia y el acceso a los mercados internacionales de capital en condiciones más favorables.