El objetivo es limitar el calentamiento global a 1,5°
La incapacidad de las grandes potencias para acordar una reducción rápida del uso de combustibles fósiles, la principal causa del calentamiento global provocado por el hombre, ha molestado a los países más pobres y pequeños que sufrirán los peores efectos.
Cerca de 90 países se han unido para reducir las emisiones de metano en 30% para 2030. El metano tiene una vida más corta en la atmósfera que el dióxido de carbono, pero es 80 veces más potente a la hora de calentar la Tierra. La reducción de las emisiones de este gas, que se calcula que es responsable del 30% del calentamiento desde la época preindustrial, es una de las formas más eficaces de frenar el cambio climático.
El Compromiso Mundial sobre el Metano incluye ahora a la mitad de los 30 principales emisores de metano, que representan dos tercios de la economía mundial. Entre los nuevos firmantes está Brasil, uno de los cinco mayores emisores de metano del mundo, que se genera en el sistema digestivo de las vacas, en los residuos de los vertederos y en la producción de petróleo y gas. Tres de los otros -China, Rusia e India- no han firmado.
La humanidad también ha aumentado los gases de efecto invernadero al talar los bosques que absorben un 30% de las emisiones, según el Instituto de Recursos Mundiales (WRI).
En 2020, el mundo perdió 258.000 kilómetros cuadrados de bosque, una superficie mayor que la del Reino Unido, según el Global Forest Watch. La organización benéfica de conservación WWF calcula que se pierden bosques a razón de 27 campos de fútbol por minuto.
Más de 100 líderes nacionales se comprometieron a detener y revertir la deforestación y la degradación de la tierra para el final de la década, con el apoyo de $19.000 millones en fondos públicos y privados para invertir en la protección y restauración de los bosques.
“Pongamos fin a esta gran masacre mundial de la motosierra haciendo que los efectos de conservación consigan lo que sabemos que pueden hacer y proporcionen también puestos de trabajo y crecimiento sostenibles a largo plazo”, dijo el primer ministro británico, Boris Johnson.