Los países de la Unión Europea y la Eurocámara llegaron a un acuerdo para un presupuesto de 2025 a altura de 192.768,6 millones de euros en compromisos, un 1,78% superior a las cuentas de 2024, con fondos para ayudar a los países que enfrentan catástrofes naturales, como España.
El pacto prevé asimismo 149.615,7 millones de euros en pagos, informó el Consejo de la UE en un comunicado.
Este año se han mantenido disponibles 800,5 millones de euros dentro de los límites de gasto del marco financiero plurianual actual para 2021-2027, lo que permite a la UE reaccionar ante necesidades imprevisibles, añadió el Consejo.
Si se incluye esta cifra de instrumentos especiales fuera del marco financiero plurianual, el presupuesto de la UE para 2025 asciende a 199.438,4 millones de euros en compromisos totales y 155.209,3 millones de euros en pagos totales.
Como parte del presupuesto del año próximo, los negociadores acordaron adelantar créditos de pago por un valor de hasta 3.000 millones de euros para prestar apoyo a las regiones europeas afectadas por catástrofes naturales.
De esta manera, una vez que se confirme la base jurídica, los Estados miembros podrán utilizar hasta el 10% de los fondos existentes de la política de cohesión para prevenir y recuperarse de tales catástrofes, siempre que presenten un programa modificado a la Comisión, señaló por su parte la Eurocámara en otro comunicado.
La Comisión Europea propuso en julio un presupuesto para 2025 que contemplaba 199.700 millones de euros en compromisos (los recursos que se pueden asignar a programas), equivalente al 1,08 % de la renta nacional bruta de la UE, y 152.700 millones de euros en pagos (el dinero realmente desembolsado).
Los Estados miembros propusieron en septiembre reducir estas cifras en 1.520 millones de euros y 876 millones, respectivamente mientras que el Parlamento Europeo reclamaba elevar el nivel global de compromisos a 201.000 millones de euros y los pagos a 153.300 millones, por encima de la propuesta de Bruselas.
La Eurocámara se quejó de que los límites máximos siguen siendo muy bajos y expresó su preocupación por los «sobrecostes» de los intereses del fondo de recuperación Next Generation, que ascienden a unos 2.600 millones de euros, el doble de las previsiones iniciales de la Comisión.
El Consejo, por su parte, llamó a centrarse en las grandes prioridades comunitarias a la hora de distribuir los fondos, criticó el uso excesivo del instrumento de flexibilidad – destinado a afrontar imprevistos – e insistió en no aumentar la carga para los Estados miembros en un momento en el que muchos tienen escaso margen fiscal, según trasladó el secretario de Estado de Finanzas húngaro, Peter Banai, cuyo país ostenta la presidencia del Consejo.
El presupuesto de 2025 es el primero elaborado tras la revisión del marco financiero plurianual 2021-2027, que se actualizó en febrero pasado para incluir 50.000 millones de euros en ayudas para Ucrania y reforzar ciertas partidas prioritarias.
La revisión ascendió a 64.600 millones de euros (descontando los préstamos a Kiev) y creó un sistema “en cascada” para pagar los intereses extraordinarios de la deuda del fondo de recuperación (estimados en unos 15.000 millones para el periodo).
El Parlamento Europeo y el Consejo disponen ahora de catorce días para aprobar formalmente el acuerdo alcanzado.
Se espera que el Consejo lo refrende el 25 de noviembre y que el Parlamento lo vote en su sesión plenaria prevista para el 27 de noviembre en Estrasburgo (Francia)
Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo han acordado esta madrugada el presupuesto de la UE para el año 2025, centrado en reforzar las principales prioridades del bloque en “un contexto geopolítico difícil”. Las cuentas pactadas prevén un total de 199.438,4 millones de euros de gasto que incluyen la “financiación necesaria para la reconstrucción en países afectados por desastres naturales”.