La tasa de inflación de la zona euro se habría situado en septiembre en el 1,8% interanual, cuatro décimas por debajo de la subida de los precios del 2,2% observada en agosto y la menor lectura del dato desde mayo de 2021, según la estimación provisional del dato publicada por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.
El dato añade argumentos para que el BCE vuelva a reducir los tipos de interés. Y ya no son pocos. La debilidad económica de la UE también es un asunto a tener muy en cuenta.
El retroceso en cuatro décimas del IPC de la zona euro en septiembre se veía venir por la evolución de los precios en las cuatro grandes economías. En España, Francia, Italia y Alemania los precios han perdido fuerza en septiembre. En realidad, en la gran mayoría de las 20 economías que integran el área monetaria la inflación ha perdido terreno. Apenas lo ha ganado en Portugal y Bélgica.
Que la inflación esté por debajo del 2% no implica que esté todo hecho a ojos del BCE. La inflación subyacente, en la que se eliminan los productos más volátiles del indicador, sigue por encima del índice general: en el 2,7%. Aunque si hay un sector que en este momento tira de la inflación son los servicios, cuyos precios respecto al año anterior crecieron un 4%, más del doble que el índice general.
Este será uno de los elementos a los que, seguramente, se agarrarán los halcones del consejo del regulador monetario para enfriar la posible rebaja de tipos de interés.