La inflación mensual de Argentina aumentó más de lo previsto en marzo, la tercera desaceleración consecutiva, mientras las medidas de austeridad del presidente Javier Milei perjudican el gasto de los consumidores.
Los precios al consumidor subieron 11% en marzo frente a febrero, menos que la proyección de 12,1% de los economistas, según datos oficiales publicados el viernes. Respecto al mismo mes del año anterior, la inflación se aceleró hasta 287,9%, el nivel más alto desde que Argentina salió de la hiperinflación a principios de los años 1990.
Los datos de inflación se conocen un día después de que el banco central recortara su tasa de referencia al 70%, citando la desaceleración de los aumentos mensuales de precios, aun cuando la tasa anual se mantiene muy por encima de los costos de endeudamiento.
A cuatro meses de haber asumido el cargo, Milei eliminó los controles de precios, devaluó el peso y recortó el gasto público en seguridad social y los sueldos de los trabajadores estatales tras ajustes por inflación. Esta receta se ha traducido en una caída de las ventas en los centros comerciales, lo que limita el grado en que las empresas podrán seguir subiendo los precios en el futuro. Las expectativas de inflación también se han enfriado, ya que Milei no ha renunciado a su campaña de austeridad.
Los economistas encuestados por el banco central de Argentina prevén que la inflación mensual caiga por debajo de 10% en mayo, antes de lo que se había pronosticado. Se prevé que la inflación anual cierre este año en 189%.