Con la publicación de las perspectivas de crecimiento económico para 2024 y 2025 de parte del Banco Mundial, también se reveló la actualidad de la inseguridad alimentaria en el mundo. De acuerdo con el organismo multilateral, esta se ha convertido en un importante indicador no monetario de la pobreza.
En un listado que analiza a las economías de América Latina y el Caribe y las principales regiones del mundo, se determinó que Haití, Guatemala y Honduras son los países con el peor registro de seguridad alimentaria mientras que la región con la condición más precaria en este aspecto es África subsahariana.
Si se hace un análisis de la situación en Suramérica, se encuentra que Perú y Ecuador tienen la situación más complicada, con un promedio superior a 50% de la población en riesgo de seguridad alimentaria mientras que el segundo país tiene un promedio de 40% en la misma condición.
El Banco Mundial define a la inseguridad alimentaria como la falta de acceso consistente a los alimentos suficientes, seguros y nutritivos necesarios para el crecimiento, desarrollo y mantenimiento normales de una vida activa y saludable.
A la luz de este contexto, la banca multilateral resaltó que el impacto socioeconómico de la pandemia por covid-19, el incremento en el precio de los alimentos en el mundo (producto de la continuación del conflicto en Europa oriental, por ejemplo) y las tasas de inflación, que aunque empiezan a ceder, han impactado en el área ya mencionada.
Otro de los factores no monetarios que determina la pobreza de un país se centra en el costo de mantener una dieta saludable. En este aspecto, América Latina y el Caribe tiene el peor registro con un puntaje de cinco PPA actuales por persona por día (entendiendo PPA como paridad del poder adquisitivo), mientras que otras regiones del mundo como Europa y Asia Central apenas supera cuatro PPA y América del Norte se ubica en 3,5 PPA.
Casos graves y situación regional
Los 36 países/territorios clasificados como países con crisis alimentaria prolongada en el Informe mundial sobre crisis alimentarias 2024 son: Afganistán, Bangladesh, Burkina Faso, Burundi, Camerún, República Centroafricana, Chad, República Democrática del Congo, Eswatini, Etiopía, Guatemala, Guinea, Haití, Honduras, Irak, Kenia, Lesoto, Liberia, Madagascar, Malawi, Malí, Mauritania, Mozambique, Nicaragua, Níger, Nigeria, Senegal, Sierra Leona, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, República Árabe Siria, Uganda, Yemen, Zambia y Zimbabwe.
La serie de datos sobre el período de pobreza de Burundi, Sudán del Sur y Lesotho no están disponibles o no son lo suficientemente extensos para el análisis de los países afectados por los principales factores y, por lo tanto, están excluidos.
Una disminución general de la inflación en toda la región para mediados de 2024, excepto en Haití, ha mejorado el acceso a los alimentos, con la mayoría de los países viendo reducir sus tasas de inflación de dos dígitos en 2023 a un solo dígito (Trading Economics, 2024). Esto apoyó importantes disminuciones en la inseguridad alimentaria aguda en la República Dominicana y Honduras (CIF, diciembre de 2023; CIF, mayo de 2024). Guatemala también experimentó disminuciones.
Esto se debe principalmente a la ausencia de choques climáticos o socioeconómicos extremos que han llevado a una mayor disponibilidad de alimentos desde la última cosecha, combinada con un mayor poder adquisitivo (CIF, agosto de 2024).
Nicaragua enfrenta un aumento del 25 por ciento en la inseguridad alimentaria aguda debido a posibles disminuciones en la producción de
cereales básicos (FEWS NET, 2024). En Haití, la violencia de las pandillas, la inestabilidad política y las altas tasas de inflación continúan, pero aún no hay un nuevo análisis disponible para 2024 (CIF, marzo de 2024).
No hay nuevos datos de inseguridad alimentaria aguda para El Salvador o para las poblaciones residentes y migrantes en Colombia.