La agencia calificadora Fitch Ratings revisó al alza su proyección de crecimiento económico mundial para 2025, situándola en 2,2%, lo que representa un incremento de 0,3 puntos porcentuales frente al informe publicado en abril.
La misma cifra se mantiene como estimación para 2026, lo que, si bien constituye una corrección positiva, confirma una tendencia de desaceleración en relación con el crecimiento de 2,9% registrado en 2024 y el promedio de largo plazo, estimado en 2,7%.
La actualización, contenida en el informe Global Economic Outlook, responde a la reciente desescalada en las tensiones arancelarias entre Estados Unidos y China. Sin embargo, Fitch advierte que la economía global sigue sujeta a factores estructurales que limitan una recuperación robusta, en particular la persistente incertidumbre derivada de la política comercial estadounidense y los efectos acumulados del conflicto comercial entre las dos mayores economías del mundo.
“La corrección al alza en nuestras previsiones no implica una recuperación sostenida. El crecimiento mundial continúa por debajo de los niveles previos y refleja un entorno marcado por tensiones geopolíticas, inflación persistente y condiciones financieras más restrictivas”, señaló Fitch en el documento.
El informe también contempla revisiones positivas en las perspectivas de algunas economías avanzadas. En el caso de Estados Unidos, la proyección de crecimiento para 2025 se incrementó de 1,2% a 1,5%, debido a una menor probabilidad de recesión. En China, la estimación se elevó de 3,9% a 4,2%, impulsada por medidas de estímulo fiscal y una depreciación efectiva del tipo de cambio, que favorece la competitividad exportadora. Para la eurozona, el crecimiento previsto se ajustó al alza, de 0,6% a 0,8%.
Pese a estos ajustes, Fitch insiste en que el panorama sigue siendo frágil. La volatilidad financiera, el debilitamiento del consumo en varias regiones y las condiciones comerciales desfavorables continúan actuando como frenos estructurales al crecimiento.
Aranceles frenan
De acuerdo con Fitch, la actual tasa efectiva de aranceles en Estados Unidos es de 14,2%, y se prevé que aumente levemente en los próximos meses hasta acercarse a 18%, muy por debajo de 27% contemplado en escenarios anteriores, pero aún con efectos negativos sobre el comercio global.
La calificadora también identificó un deterioro en los indicadores de confianza empresarial y del consumidor en EEUU, un aumento en los inventarios y un comportamiento anticipado de las importaciones en el primer trimestre del año, como respuesta al riesgo de nuevos incrementos arancelarios. Aunque el impacto directo sobre el índice de precios al consumidor sigue siendo limitado, sí se han observado presiones en los precios al productor y en otros indicadores adelantados de inflación.
En los mercados financieros, se han registrado caídas en los activos de riesgo, mayor volatilidad en las bolsas, debilitamiento del dólar y un repunte en los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo, todo ello reflejo de un entorno de mayor aversión al riesgo.
En este contexto, Fitch anticipa que la Reserva Federal de Estados Unidos mantendrá una postura prudente y solo realizará un recorte de tasas en el cuarto trimestre de 2025. La decisión estaría justificada por las presiones inflacionarias derivadas de los aranceles, la ralentización del crecimiento del mercado laboral y la persistencia de expectativas inflacionarias elevadas.
El Banco Central Europeo parece más cómodo con los avances en la moderación salarial y de precios, por lo que Fitch prevé una reducción adicional en su tasa de interés de referencia hasta 1,75% en septiembre, con el objetivo de estimular el débil crecimiento regional.
Aunque la mejora en las proyecciones globales representa un alivio frente a escenarios más adversos considerados a comienzos de año, Fitch insiste en que el entorno económico mundial continúa restringido por múltiples factores de riesgo. La guerra comercial, si bien mitigada en el corto plazo, ha dejado cicatrices que seguirán condicionando las decisiones de inversión, el comercio internacional y la estabilidad macroeconómica.
“El crecimiento global de 2,2% proyectado para los próximos dos años se ubica significativamente por debajo de su promedio histórico, lo que refleja una nueva etapa de bajo dinamismo y alta vulnerabilidad ante choques externos”, concluyó la agencia.