La calificadora de riesgo Fitch Ratings afirmó las calificaciones de riesgo emisor (IDR) de largo plazo (LT) y corto plazo (ST) de Banco Atlántida, en ‘B’. Fitch también afirmó la IDR de largo plazo de Inversiones Atlántida (Invatlan) en ‘B-‘ y la IDR de corto plazo en ‘B’.
Fitch también afirmó la calificación de viabilidad (VR) de Atlántida en ‘b’ y sus calificaciones nacionales de largo plazo y ST en ‘A+(hnd)’ y ‘F1(hnd)’, respectivamente. La Perspectiva de las calificaciones de las IDR de largo plazo y la calificación nacional de largo plazo es Estable. La calificación de soporte gubernamental (GSR) de Atlántida se mantiene en ‘b-‘ y las calificaciones de deuda de Atlántida e Invatlan.
Las calificaciones están impulsadas por el desempeño intrínseco de Atlántida y consideran el entorno operativo estable, aunque aún presionado. La agencia cree que el perfil de negocios de Atlántida es una fortaleza significativa que influye en gran medida en las calificaciones, debido a su posición de liderazgo en el mercado de préstamos y depósitos de Honduras y su poder sustancial de fijación de precios en el país.
Calidad de los activos
Sin embargo, “el rápido crecimiento y las concentraciones de préstamos limitan la calidad de los activos: A marzo de 2024, el índice de préstamos incobrables (NPL; préstamos vencidos con más de 90 días) de Atlántida se situó en un razonable 2,8%, ligeramente superior a su promedio de cuatro años de 2020-2024 de 2,7%, influenciado por un rápido crecimiento de dos dígitos altos en los últimos tres años y un consiguiente aumento en las morosidades de los préstamos al consumo”.
La calidad de los activos se ve limitada por la alta concentración de prestatarios y la modesta cobertura de reservas, ya que la exposición a sus 20 prestatarios más importantes representa un alto 2,7x de su FCC (indicador de capital base), lo que lo compara desfavorablemente con sus pares internacionales. Fitch espera que el banco mantenga un índice de morosidad por debajo del 3%, respaldado por su fuerte enfoque comercial, pero la calidad de los activos seguirá limitada por las altas concentraciones de prestatarios.
Además el aumento de los costos de financiamiento y crédito presiona la rentabilidad. El índice de utilidad operativa sobre activos ponderados por riesgo (APR) de Atlántida disminuyó del 2,3% en 2022 al 1,6% en 2023 debido a un margen de interés neto (NIM) reducido, afectado por mayores costos de financiamiento. La rentabilidad se vio afectada aún más por el aumento de los costos crediticios, en particular por mayores NPL (préstamos vencidos de más de 90 días) en pymes y préstamos al consumo, así como por un ligero deterioro de la eficiencia operativa.
Aunque la tasa de depósito promedio aumentó en 2023, las tasas de préstamo se mantuvieron sin cambios hasta 2024, cuando el banco decidió aumentar sus tasas de interés de préstamo para mitigar los mayores costos de financiamiento. Fitch cree que esto mejorará la rentabilidad, aunque los efectos pueden no materializarse por completo hasta 2025.
El crecimiento crediticio limita la capitalización: el rápido crecimiento crediticio del banco y los pagos recurrentes de dividendos siguen limitando sus métricas de capitalización. A marzo de 2024, su ratio FCC a RWA (activos ponderados de riesgo) era del 7,7%, una cifra que se compara desfavorablemente con sus pares internacionales. Los requisitos regulatorios locales para el cálculo de la ponderación de riesgo son más estrictos en cierta medida que los estándares internacionales, lo que probablemente sobrestima los RWA.
Sin embargo, el capital común tangible del banco a activos tangibles de 6.2% también se compara con sus pares locales e internacionales. Fitch estima que el índice de capital fijo de Atlántida mejorará gradualmente y se mantendrá por encima del 8%, impulsado por una tasa de crecimiento crediticio moderada, una generación de ingresos consistente y una suspensión esperada de los pagos de dividendos en 2024. Estas acciones son parte de la estrategia del banco para prepararse para el próximo aumento en el requisito de índice de capital mínimo, que se espera que alcance el 12.5% para diciembre de 2025.