Los mercados están evaluando las implicaciones de una decisión del Tribunal de Apelaciones de EEUU, anunciada el viernes por la tarde, que podría desbaratar un pilar clave de la política comercial del presidente Donald Trump.
En un fallo de 7-4, el tribunal de apelaciones confirmó una sentencia de un tribunal inferior que anulaba los aranceles impuestos bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), asestando un golpe al fundamento legal detrás de muchos de los gravámenes de Trump.
El analista de mercados, Adam Crisafulli de Vital Knowledge, señaló que el resultado era ampliamente esperado dado el escepticismo expresado durante los argumentos orales. “La sorpresa no es que el Tribunal de Apelaciones confirmara al CIT, sino que 4 jueces disintieron”, escribió.
Por ahora, no hay efecto inmediato: el tribunal está reteniendo su sentencia hasta que la Corte Suprema decida si escuchará una apelación, con un plazo hasta el 14 de octubre para presentar escritos.
Si la Corte Suprema finalmente confirma la decisión, gran parte de la arquitectura arancelaria de Trump podría ser desmantelada.
“La mayoría de los aranceles de Trump (incluidos todos los recíprocos) fueron emitidos bajo IEEPA y eliminarlos sería indudablemente positivo suponiendo que el asunto se diera por terminado”, dijo.
Los mercados rechazan los aranceles porque reducen los márgenes corporativos, aumentan los costes para los consumidores y complican la política monetaria de la Fed. En un entorno libre de aranceles, la Fed podría recortar los tipos de interés más fácilmente.
Pero los inversores no deberían esperar alivio. Crisafulli advirtió que “esta Casa Blanca no va a abandonar simplemente su draconiana agenda comercial”.
En cambio, la administración ya está cambiando hacia la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que permite aranceles por motivos de seguridad nacional.
Ese cambio podría significar meses de nuevas investigaciones e incertidumbre regulatoria, prolongando lo que Crisafulli llamó otros “6+ meses de niebla comercial”.
El aspecto de los ingresos también es una consideración. Los funcionarios de Trump han hablado de recaudar cientos de miles de millones anualmente de los aranceles, con algunas estimaciones que superan los 500.000 millones de dólares.
Pero el analista señaló que los aranceles son impuestos, y “generalmente cuando se grava algo, se obtiene menos de ello”. Para las empresas, eso significa enfrentar costes impredecibles que cambian “diariamente según los caprichos de un solo individuo impulsivo”.
Para los mercados, el mayor riesgo es la renovada inestabilidad en la política comercial de EE.UU. En lugar de claridad, el fallo podría desencadenar un impulso arancelario aún más amplio y agresivo, dejando a los inversores y a las empresas estadounidenses preparados para una prolongada incertidumbre en un mundo de valoraciones bursátiles elevadas.