En 93% cae la incautación de cocaína en Honduras, la mayor baja en Latinoamérica: InSight Crime

Honduras con una baja incautación en 2023

Por Christopher Newton y Juliana Manjarrés/DineroHN

La producción récord de cocaína y la alta demanda de la droga contribuyeron a la violencia criminal en toda América Latina y el Caribe en 2023, a medida que los traficantes establecieron nuevas rutas para eludir los crecientes esfuerzos de interdicción. Al mismo tiempo, varios países redujeron las incautaciones y Honduras destaca con una caída del 93%.

En el caso de la relación de drogas y violencia, dos países son muestra de cómo el narcotráfico sigue siendo uno de los principales motores de la violencia en la región. Ecuador sigue incautando cantidades históricas de cocaína y en 2023 registró su año más violento, ya que los grupos de narcotraficantes compitieron por rutas de tráfico estratégicas. Costa Rica sufrió un impacto similar, pues su tasa de homicidios aumentó un 41% en comparación con el año anterior en medio de una lucha constante por controlar el tráfico de cocaína a través de sus puertos.

Sin embargo, en algunos países las incautaciones de cocaína aumentaron considerablemente sin que se desatara la violencia. En lugares como Bolivia y Perú, donde se cultiva gran parte de la hoja de coca del mundo, las autoridades incautaron más cocaína el año pasado que en 2022, mientras que los homicidios se mantuvieron bajos.

Países productores

Colombia y Bolivia, dos de los tres principales productores de coca del mundo, registraron incautaciones récord de cocaína en 2023. Mientras que Perú incautó un poco menos cocaína que en 2022, las autoridades confiscaron un 53% más de pasta de coca a lo largo del año. Al mismo tiempo, el cultivo de coca a pequeña escala ha continuado afianzándose en Venezuela, Guatemala y Honduras.

En Colombia, tradicional líder mundial en la producción de cocaína, las autoridades incautaron 739,5 toneladas de cocaína, 450 de las cuales se confiscaron en territorios internacionales, según el Ministerio de Defensa. Esto supone un aumento del 12,1% respecto a las 659 toneladas incautadas en 2022.

En toda Colombia, las grandes cosechas de hoja de coca crearon un aumento sustancial de la oferta. Esto, unido a la multitud de rutas de tráfico que sacan la droga del país y a la incertidumbre provocada por los continuos combates en las zonas de cultivo colombianas, hizo que los precios de la coca se desplomaran.

Perú, el segundo productor de cocaína del mundo, incautó un 4,4% menos de cocaína, pero un 53% más de pasta de coca durante 2023. La producción de coca se ha expandido más allá de los centros tradicionales, como el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), hacia tierras indígenas y los departamentos fronterizos de Loreto, Ucayali y Bruno. Dejar atrás el agreste territorio del VRAEM para adentrarse en las zonas fronterizas con Brasil y Bolivia, facilita el transporte a los mercados de consumo, principalmente a través de las rutas brasileñas.

Bolivia experimentó un drástico aumento del 62% en las incautaciones de cocaína de 2022 a 2023. El país incautó 33 toneladas de cocaína en 2023, frente a las 20,3 de 2022, según datos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de Bolivia.

El gobierno intensificó su enfoque en las incautaciones como parte de su plan de seguridad 2021-2025, apuntando a realizar 10.000 operaciones en 2023. El plan también se centró en la erradicación de cultivos de coca fuera de las zonas de cultivo permitidas y en más inspecciones a las empresas que comercian con precursores químicos. Las autoridades erradicaron 10.302 hectáreas de coca en 2023, lo que supone un ligero aumento con respecto a la cifra de 10.260 del año pasado.

Venezuela incautó 43,7 toneladas de cocaína en 2023, un aumento del 34% en comparación con el punto más bajo en siete años de 32,6 toneladas incautadas en 2022. Sin embargo, las cifras del gobierno venezolano han sido opacas y poco fiables en el pasado.

El estado de Zulia concentró el 62% de las incautaciones de cocaína en 2023, el equivalente a más de toda la cocaína incautada en 2022. Zulia se encuentra al otro lado de la frontera con la región colombiana del Catatumbo, el mayor centro de cultivo de coca de Colombia.

Honduras

Honduras experimentó una drástica caída del 93% en las incautaciones de cocaína de 2022 a 2023. El país confiscó solo 470 kilogramos en 2023, frente a las 7,1 toneladas del año anterior, según datos de la Policía Nacional. Si bien estas cifras sugieren que el país está perdiendo predominio como punto de tránsito, los esfuerzos del gobierno por erradicar los cultivos de coca indican que el cultivo se ha arraigado en el país.

En 2023, las autoridades hondureñas erradicaron 4,7 millones de arbustos de coca, una cifra inferior al récord de 6,5 millones de 2022, pero considerablemente superior al medio millón de plantas de 2021.

Guatemala incautó 5 toneladas de cocaína en 2023, mientras que en el año anterior fueron 5,9 toneladas. Este descenso del 14,6% en las incautaciones de cocaína sugiere un cambio en las rutas de tráfico que pasan por Centroamérica a países del Caribe, como Jamaica. El cultivo de coca parece ser una tendencia emergente en Guatemala, pues las autoridades prácticamente duplicaron la cantidad de plantas de coca erradicadas, llegando a 7,9 millones, en comparación con los cerca de 4 millones de 2022.

Si bien la erradicación de millones de plantas en los países centroamericanos es sorprendente, el cultivo de coca en Honduras y Guatemala sigue siendo incipiente, y palidece en comparación con los grandes cultivadores de los Andes. Además, la transformación de la hoja de coca en cocaína es escasa o nula, lo que sugiere que estos países aún están lejos de igualar el ritmo de producción del alcaloide en Colombia, Perú y Bolivia.

Zonas de tránsito

Las autoridades de Ecuador incautaron más cocaína en 2023 que Perú y Bolivia, el segundo y tercer país productores, juntos. Las cifras ilustran la importancia del país como punto de tránsito en el comercio internacional de cocaína, que ha alimentado la competencia criminal y una violencia sin precedentes.

Brasil sigue siendo el punto de tránsito más importante de la costa atlántica de Suramérica, ya que incauta más cocaína que Argentina, Guyana, Surinam, Uruguay y Venezuela juntos. Las incautaciones de cocaína disminuyeron en Paraguay y Uruguay, lo que sugiere la debilidad de los controles contra el tráfico. Múltiples cargamentos que pasaron aparentemente sin ser detectados por esos países fueron incautados posteriormente en puntos de recepción de Europa.  

Panamá y Costa Rica, puntos tradicionales de tránsito de la cocaína hacia Estados Unidos, experimentaron un descenso de las incautaciones de cocaína. Sin embargo, las incautaciones excepcionalmente importantes en territorios caribeños como Jamaica pueden sugerir un cambio de rutas.

Ecuador incautó casi 200 toneladas de cocaína en 2023, solo superado por Colombia. Situado entre Perú y Colombia, dos de los principales productores mundiales de cocaína, Ecuador se ha convertido en un importante punto de salida de Suramérica.

Panamá incautó 95,67 toneladas de cocaína en 2023. Aunque esta cifra es una disminución del 12% con respecto a 2022, el país centroamericano sigue incautando más cocaína que ningún otro, aparte de Colombia y Ecuador. El descenso del tráfico a través del Canal de Panamá debido a la falta de lluvias es uno de los factores responsables de la disminución de las incautaciones.

No obstante, Panamá sigue siendo un centro neurálgico para el tráfico de drogas en América Latina, especialmente para los envíos con destino a Europa.

Las autoridades brasileñas incautaron un total de 72,3 toneladas de cocaína en 2023, según datos de la Policía Federal obtenidos por InSight Crime. Aunque muy por debajo de las 96,6 toneladas registradas en 2022, los datos del año pasado incluían crack y base de coca.

Las fronteras de Brasil con Bolivia y Paraguay siguen siendo focos de incautaciones. Después de São Paulo, los estados con más incautaciones fueron los estados fronterizos de Mato Grosso (14,3 toneladas), Paraná (8,3 toneladas) y Mato Grosso do Sul (7,7 toneladas).

Las autoridades costarricenses incautaron 21,4 toneladas de cocaína en 2023. Aunque esta cifra es un 13,4% inferior a la de 2022, el narcotráfico se consolidó como uno de los principales motores de la violencia, siendo responsable de la mayoría de los homicidios en 2023. Además, el consumo de crack aumentó un 15,2% en comparación con 2022, según las cifras presentadas por la Unidad de Información Estadística Nacional Sobre Drogas. Esto sugiere que parte de la cocaína que pasa por Costa Rica tiene como destino el mercado local.

Las autoridades de la República Dominicana incautaron 17,98 toneladas de cocaína en 2023, frente a 27 en 2022, 19 en 2021 y 10 en 2020. La corrupción en los puertos, unida a su ubicación estratégica entre las naciones productoras de Suramérica, el mercado lucrativo de Estados Unidos y los cada vez más populares mercados europeos, convirtieron al país en el centro neurálgico de la cocaína en el Caribe en 2022.

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