La recuperación sería más lenta en países donde el apalancamiento sea entre empresas vulnerables
La crisis del covid-19 prometía, en un principio, ser corta e ir seguida de una recuperación vertiginosa que devolvería en cuestión de meses a la economía al tamaño previo a la pandemia. Sin embargo, no ha sido así.
Sobre la recesión inicial se han ido amontonando nuevas crisis, como la de los cuellos de botella en la cadena de suministro, la escalada de precios de la energía y ciertas materias primas, la guerra en Ucrania y, derivado de todo ello, una posible crisis económica y financiera de la que alertó el Fondo Monetario internacional (FMI).
El Fondo alertó de este riesgo en su informe “Deuda privada y recuperación global” de que la acumulación de deuda a lo largo de los últimos años podría llevar a una nueva crisis financiera, además de a un “crecimiento mediocre”, algo que afectaría especialmente a los países emergentes, debido a la trayectoria económica más débil observada en los últimos años y a la menor capacidad para apoyar a la economía.
En conjunto, el FMI calcula que el exceso de deuda en las empresas y los hogares puede restar algo más de un punto al crecimiento global a lo largo de los próximos años.
En concreto, los expertos del FMI Andrea Deghi, Fabio Natalucci y Mahvash Qureshi advierten del “riesgo de una crisis económica o financiera”, derivada de la acumulación de deuda privada en los últimos años y la elevada dependencia de la banca nacional para la financiación de la deuda pública. Además de este canal de transmisión de riesgos, los autores mencionan la desconfianza a los seguros de depósitos (que podrían llevar a una retirada apresurada de los depósitos) y una subida de los tipos de interés. Eso, a su vez, “limitaría la capacidad de los bancos para prestar a los hogares y otros clientes corporativos, frenando el crecimiento económico” en un futuro próximo.
La deuda privada de Honduras aumento un doble dígito en 2021
La institución dirigida por Kristalina Georgieva calcula que la deuda privada mundial aumentó en un 13% del PIB en 2020, lo que supone un ritmo de incremento más rápido que el aumento observado durante la crisis financiera mundial y casi tan rápido como el de la deuda pública.
Y estos periodos de rápido aumento de la deuda “pueden volverse insostenible y dar lugar a períodos de desapalancamiento acompañados de un crecimiento mediocre”, señala el informe, debido a que la subida de los costes financieros por la presumible subida de tipos de interés para hacer frente a la inflación y la necesidad de desapalancamiento detrae recursos que podrían ir dirigidos a la inversión y al crecimiento.
En concreto, “este capítulo estima que la reciente acumulación de apalancamiento (privado) podría frenar la recuperación en 0,9 puntos del PIB en las economías desarrolladas y 1,3 puntos en las emergentes (excluyendo a China) a lo largo de los tres próximos años”, señala el texto.
Sin embargo, el informe alerta de que las cifras podrían ser mayores en muchos países donde las cifras de deuda pública están por encima de la media o donde la tendencia del crecimiento está por debajo, como es el caso de España, entre otros países, si bien el grueso del impacto se concentrará sobre los emergentes.